CRóNICA

Vida de gato callejero

photo_camera Patri Ramírez.

La vida de los gatos que proliferan por la ciudad no sería la misma sin la ayuda de un grupo de voluntarias que los acogen en su propia casa. Les dan de comer, los medican, los castran y, sobre todo, les dan mucho cariño.

A Beatriz, Patri, Iria y a Sol les une el amor por los animales y su compasión por los gatos vagabundos. Desde hace más de siete años se dedican a recoger animales abandonados y a buscarles un nuevo hogar en donde puedan volver a ser felices. Ahora su objetivo es crear una asociación protectora de animales para fomentar la adopción. "Se trata de un problema de todos y es necesario concienciar a la gente", dice Patri Ramírez, más conocida como "Txapi". Actualmente cuidan de 50 gatos y, debido a que el número de abandonos no cesa, se ven obligadas a acogerlos en sus propias casas. Es el caso de Nena, una gata que apareció en Taboadela y que Sol acogió en su piso. "Venía con el fémur roto y la tuve en mi casa hasta que se recuperó del todo", explicó. Más triste es la historia Miel, una gata persa que iba a ser sacrificada. "Los dueños la abandonaron por tener tiña. Ahora la acaban de rapar y se está recuperando", explicó Sol.

Además de buscar refugio a los animales abandonados, intentan controlar las colonias de gatos que proliferan por la ciudad. "Es muy importante que la gente sepa que cuando un gato tiene la oreja un poco cortada significa que está esterilizado y que la colonia está controlada", explicó Txapi Actualmente, no cuentan con ningún tipo de ayuda externa para sufragar los gastos derivados de la atención a los animales aunque están enormemente agradecidas a los centros veterinarios que colaboran con ellas, especialmente con su amiga y veterinaria Sonia María Álvarez.

Este grupo de mujeres, en total unas 15, han creado una página en Facebook -Colonias de gatos de Ourense- para fomentar la adopción. "Los futuros adoptantes de mascotas podrán ver la historia de cada gato y su carácter a través de la web", dijo Txapi. Antes de dar el visto bueno a una adopción, ellas mismas se encargan de visitar a la familia para comprobar si cumplen con los requisitos necesarios. Si sus condiciones son factibles, les hacen un contrato de adopción. "Solemos pedirles un donativo de 25 euros, una cantidad simbólica ya que los gatos van desparasitados y esterilizados", explicó.

Aquellos que quieran unirse a su causa, pueden ponerse en contacto con ellas a través de la página web "Aceptamos todo tipo de avituallamiento para gatos, desde mantas hasta pienso", dice Iria. Para ello, ya cuentan con puntos de recogida distribuidos por la ciudad como la cafetería Chester, situada en Valle Inclán. También participan en el mercadillo de antigüedades que se celebra el primer domingo de cada mes en la Praza Maior vendiendo tazas decoradas y otros objetos.

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