El Concello de Parada de Sil recuperará una vieja fábrica artesanal en el pueblo de Teimende para que acoja la futura Casa de Chocolate. El alcalde de Parada, Francisco Magide, firmaba ayer el documento de cesión del edificio por parte de la familia Casares Prieto, que son sus actuales propietarios, en un acto que se desarrolló en el Liceo ourensano.
El proyecto consistirá en la rehabilitación del inmueble que albergó esta actividad artesanal, así como la limpieza de maquinaria y utensilios utilizados para la elaboración de chocolate. Todo ello, más algunas piezas que se puedan añadir en el futuro, constituirán un pequeño museo abierto al público para dar a conocer una actividad profesional que tuvo tradición en la comarca.
'A iniciativa será financiada con fondos europeos', segun afirmó el alcalde de Parada, que puso de manifiesto la intención del Concello de que 'as obras den comezo este mismo ano'. Además de agradecer la generosidad de la familia Casares Prieto, añadió que con esta iniciativa 'se da un paso más na recuperación de lugares e profesións que un día foron importantes para o Concello, ca idea de perpetuar a memoria dos seus protagonistas e de deixar a súa pegada'.
El Concello ya rehabilitó con anterioridad molinos centenarios y estableció rutas de senderismo para promocionar el turismo ecológico y la riqueza natural del concello.
Por su parte, la familia también agradeció el esfuerzo del Consistorio por restablecer y tratar de darle vida promocionando el turismo. Rosa Casares destacó que la elaboración de chocolate era una forma de vida para su familia, pero tenía también un componente romántico. Es precisamente ese último aspecto el que influyó a la hora de tomar la decisión de ceder la vieja fábrica para uso público y, de paso, honrar la memoria de su padre y el esfuerzo de él y de su madre durante décadas.
La fabricación de chocolate en Teimende comenzó a principios del siglo XX de la mano de Arturo Casares y un hermano suyo; en los años 40 asumió el timón de la empresa Ricardo Casares, hijo del primero, que le imprimió modernidad al proceso de elaboración sin que por ello perdiera su carácter artesanal. La fábrica estuvo activa hasta mediados los años 80, cuando el auge de las multinacionales obligó a su cierre.
'A iniciativa será financiada con fondos europeos', segun afirmó el alcalde de Parada, que puso de manifiesto la intención del Concello de que 'as obras den comezo este mismo ano'. Además de agradecer la generosidad de la familia Casares Prieto, añadió que con esta iniciativa 'se da un paso más na recuperación de lugares e profesións que un día foron importantes para o Concello, ca idea de perpetuar a memoria dos seus protagonistas e de deixar a súa pegada'.
El Concello ya rehabilitó con anterioridad molinos centenarios y estableció rutas de senderismo para promocionar el turismo ecológico y la riqueza natural del concello.
Por su parte, la familia también agradeció el esfuerzo del Consistorio por restablecer y tratar de darle vida promocionando el turismo. Rosa Casares destacó que la elaboración de chocolate era una forma de vida para su familia, pero tenía también un componente romántico. Es precisamente ese último aspecto el que influyó a la hora de tomar la decisión de ceder la vieja fábrica para uso público y, de paso, honrar la memoria de su padre y el esfuerzo de él y de su madre durante décadas.
La fabricación de chocolate en Teimende comenzó a principios del siglo XX de la mano de Arturo Casares y un hermano suyo; en los años 40 asumió el timón de la empresa Ricardo Casares, hijo del primero, que le imprimió modernidad al proceso de elaboración sin que por ello perdiera su carácter artesanal. La fábrica estuvo activa hasta mediados los años 80, cuando el auge de las multinacionales obligó a su cierre.
