Las villas llegan con los deberes hechos al nuevo escenario

Los alcaldes destacan que los planes de tráfico ya recogen iniciativas en la línea de lo que entra hoy en vigor

La pacificación del tráfico es el objetivo también de las principales villas ourensanas, cuyos responsables aplauden la entrada en vigor de la normativa estatal para regular la velocidad en los cascos urbanos, en la línea de los planes que han ido perfilando los últimos tiempos.

El jefe de la Policía Local de Carballiño, Francisco Valeiras, afirma que en el casco urbano dos calles (Evaristo Vaamonde y Otero Pedrayo) pueden ser las más conflictivas debido a que son largas y anchas, aunque en ellas se ha establecido un único sentido para la creación de plazas de aparcamiento. “Será necesario señalizarlas para la reducción de la velocidad”, según indicó el cabo, que añade: “Otras de sentido único no será necesario porque son estrechas, lo que implica que los conductores tendrán que cumplir con la norma genérica”.

Por su parte, el Concello de Verín recibe con entusiasmo y con total disposición la limitación de velocidad, ya que el grupo municipal lleva tiempo buscando la implementación de esta norma. “A nós parécenos perfecto, imos respectalo e cumplirémolo”, cuenta Gerardo Seoane, alcalde de la villa del Támega, que en su plan para conectar el tráfico fuera del centro urbano de la villa ya consideraban establecer los 30km/h en las vías municipales: “Faremos todo o necesario para implementalo”, concluye.

En O Barco, mientras, se reforzará alguna señalización, indicando el regidor, Alfredo García, que “la Policía está mirando dónde es imprescindible ponerlas, porque desde el momento en que hay una norma para todo el territorio, sería un gasto innecesario hacerlo calle por calle”. En lo que respecta a las travesías, seguirán a 50 kilómetros “mientras no se haga la obra de la avenida do Bierzo”. El socialista destaca que la nueva norma “coincide con lo planteado en el plan de movilidad”.

En una línea similar, la alcaldesa de Xinzo, Elvira Lama, precisó que la medida de reducir la velocidad redundará positivamente en la seguridad vial. “Es acertada, ya que lo que tiene que primar siempre es la calidad de vida de los vecinos, que está por encima de cualquier otra cosa”, opinó la regidora limiana. “Hay determinadas calles en las que, por su ancho y porque están en muy buen estado, pues la gente a veces pisa de más el acelerador”, añadió.

Te puede interesar