Las villas no tienen intención de elevar las tasas o el nivel impositivo en los próximos meses, algo en lo que coinciden los distintos grupos de gobierno.
El concejal de Hacienda de Ribadavia, Javier Iglesias, señaló que ya se aprobaron los presupuestos de 2011 sin contemplar ningún aumento porque consideraron que no es el mejor momento para agravar la situación económica de los ciudadanos por causa de la crisis.
Como medida compensatoria, se aplicaron importantes recortes en diversas partidas presupuestarias relacionadas, sobre todo, con el gasto en la celebración de fiestas y otras actividades, de tal modo que se redujo el presupuesto en 400.000 euros. 'Con eses recortes pensamos que é suficiente, en sucesivos anos miraremos como estamos de cartos e decidiremos', apuntó el concejal.
Otras villas, como Carballiño, aún no tienen nada programado en relación a los impuestos municipales, porque el nuevo grupo de gobierno (el PP sustituyó al bipartito PSdeG y BNG) todavía está empezando a trabajar en el borrador de los presupuestos para este año. El concejal responsable del departamento de Hacienda, Emilio Carballeda, considera improbable que se suban las cargas a los contribuyentes en el presente ejercicio económico porque 'tal e como está a situación económica non se lle pode pedir peras ó olmo'. No obstante, lo que sí aseguró es que 'máis ca subir o que intentaremos é controlar os cobros pendientes para que todo o mundo pague'.
Dispar es la idea en Valdeorras. En ARúa, su alcalde, Avelino García Ferradal, asegura que 'no pensamos subir los impuestos. Vamos a redactar el presupuesto y veremos las deficiencias. Lo que sí hemos pensado es externalizar los servicios, y los adjudicatarios, con el paso del tiempo, pueden decidir subir las tasas'.
Bien distinta es la valoración en O Barco, donde Alfredo García Rodríguez, alcalde de la localidad, asegura que 'subir no. Estamos barajando la posibilidad de aplicar el IPC de este año. Llevamos tres años sin aumentarlo y es peligroso para la estabilidad económica del Concello no revisarlo'.
Donde parece haber cierta indecisión es en Verín, donde el regidor, Jiménez Morán, señala que 'la situación que se vive en el Concello es compleja, dado que heredamos una deuda de más de un millón de euros de otros gobiernos y de momento no sé que vamos a hacer para salir de la situación de crisis'.
El alcalde de Xinzo, Antonio Pérez, no tiene previsto subir los impuestos en los próximos ejercicios. A su entender, la situación de crisis afecta a los negocios y particulares y 'no se puede ejercer más carga fiscal sobre ellos'.
Tampoco hay previsión de elevar las tasas en el Concello de Celanova, porque 'ya se hizo una revisión fiscal reciente en cuanto a tasas de uso de instalaciones deportivas y en la matrícula de la Escuela de gaitas', según señala Maximino Rodríguez, concejal de Hacienda.En cuanto a las tasas deportivas se contempló una modificación al alza, ya que no se habían tocado en los últimos 11 años, aunque también se añadían bonificaciones.Respecto a la Escuela de gaitas, se aprobó una tasa simbólica de cinco euros al año para los niños, cuando antes el curso era totalmente gratuito.
Y junto con las villas, un pueblo de menor entidad como Castrelo de Miño estudia si necesita subirlos para sufragar servicios, como señala el alcalde de la localidad, Xurxo Rodríguez.
Como medida compensatoria, se aplicaron importantes recortes en diversas partidas presupuestarias relacionadas, sobre todo, con el gasto en la celebración de fiestas y otras actividades, de tal modo que se redujo el presupuesto en 400.000 euros. 'Con eses recortes pensamos que é suficiente, en sucesivos anos miraremos como estamos de cartos e decidiremos', apuntó el concejal.
Otras villas, como Carballiño, aún no tienen nada programado en relación a los impuestos municipales, porque el nuevo grupo de gobierno (el PP sustituyó al bipartito PSdeG y BNG) todavía está empezando a trabajar en el borrador de los presupuestos para este año. El concejal responsable del departamento de Hacienda, Emilio Carballeda, considera improbable que se suban las cargas a los contribuyentes en el presente ejercicio económico porque 'tal e como está a situación económica non se lle pode pedir peras ó olmo'. No obstante, lo que sí aseguró es que 'máis ca subir o que intentaremos é controlar os cobros pendientes para que todo o mundo pague'.
Dispar es la idea en Valdeorras. En ARúa, su alcalde, Avelino García Ferradal, asegura que 'no pensamos subir los impuestos. Vamos a redactar el presupuesto y veremos las deficiencias. Lo que sí hemos pensado es externalizar los servicios, y los adjudicatarios, con el paso del tiempo, pueden decidir subir las tasas'.
Bien distinta es la valoración en O Barco, donde Alfredo García Rodríguez, alcalde de la localidad, asegura que 'subir no. Estamos barajando la posibilidad de aplicar el IPC de este año. Llevamos tres años sin aumentarlo y es peligroso para la estabilidad económica del Concello no revisarlo'.
Donde parece haber cierta indecisión es en Verín, donde el regidor, Jiménez Morán, señala que 'la situación que se vive en el Concello es compleja, dado que heredamos una deuda de más de un millón de euros de otros gobiernos y de momento no sé que vamos a hacer para salir de la situación de crisis'.
El alcalde de Xinzo, Antonio Pérez, no tiene previsto subir los impuestos en los próximos ejercicios. A su entender, la situación de crisis afecta a los negocios y particulares y 'no se puede ejercer más carga fiscal sobre ellos'.
Tampoco hay previsión de elevar las tasas en el Concello de Celanova, porque 'ya se hizo una revisión fiscal reciente en cuanto a tasas de uso de instalaciones deportivas y en la matrícula de la Escuela de gaitas', según señala Maximino Rodríguez, concejal de Hacienda.En cuanto a las tasas deportivas se contempló una modificación al alza, ya que no se habían tocado en los últimos 11 años, aunque también se añadían bonificaciones.Respecto a la Escuela de gaitas, se aprobó una tasa simbólica de cinco euros al año para los niños, cuando antes el curso era totalmente gratuito.
Y junto con las villas, un pueblo de menor entidad como Castrelo de Miño estudia si necesita subirlos para sufragar servicios, como señala el alcalde de la localidad, Xurxo Rodríguez.
