Con motivo del 50 aniversario de la coronación canónica de la Virgen de Os Milagros, enmarcado en la celebración del Año Mariano, Ourense recibió ayer la imagen del Monte Medo, en procesión en las calles
Conocido, y reconocido, el 1 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores, todos los que jornada tras jornada acuden a sus puestos de trabajo, ayer pudieron tomarse el día libre, aunque históricamente no sea ese el propósito del "festivo". O casi todos. Sea como fuere, la devoción fue ayer la responsable de que trabajadores y no trabajadores tuviesen una cita en el centro de Ourense.
Eran las 16,00 horas cuando las campanas de las diferentes parroquias de la ciudad, al unísono, anunciaban lo que estaba a punto de ocurrir. Media hora más tarde comenzaría el acto de acogida de la imagen de la virgen de Os Milagros en la Catedral de San Martín, con motivo de la celebración del Año Mariano en la Diócesis de Ourense, a su vez motivado por el 50 aniversario de la coronación canónica de la Virgen.
Los 26 integrantes de la Real Banda de Gaitas de la Diputación que allí se dieron cita estaban listos. Dos golpes de baquetas, un redoble de tambor, se hincharon los foles y comenzó la marcha procesional de San Benito. Esta era la señal para que la puerta del patio del Obispado se abriese y el protagonismo recayese sobre la imagen, dejando un papel secundario para la amenazadora lluvia.
Acompañada por un grupo de mantillas y por canónigos de la Catedral, vestida con su habitual manto blanco y dorado, apuesta con la corona y en lo alto de un trono decorado con claveles de color coral, la imagen seguía a la agrupación musical hasta los jardines del Padre Feijóo, abarrotados de devotos y autoridades (destacando a Eladio Mangana, alcalde de Baños de Molgas, municipio en el que se asienta el santuario que guarda la imagen, aunque no representantes del gobierno municipal de la ciudad, al menos en el lugar destinado a autoridades) que, con pañuelos blancos, la "saludaron".
Tras un emotivo aplauso, los presentes fueron invitados a la acogida, al acompañamiento y al aprendizaje de la Virgen de Os Milagros. Después, daba comienzo el rezo del santo Rosario. Los dos primeros misterios fueron leídos, allí mismo, por miembros de las parroquias de Santo Domingo y Santa Eufemia. A su término, la procesión se dirigió a Santa Eufemia, donde mirando a la basílica se rezó el tercer misterio, a cargo de la parroquia de la Santísima Trinidad. Al tiempo que se acababa con el quinto misterio, la imagen entraba por la puerta de la Catedral para dar comienzo al rezo de las letanías y a la celebración eucarística presidida por el obispo, Leonardo Lemos.
En su homilía, el mitrado pidió a la Madre nuestra que "ilumine y descubra el camino de gracia para acercarse a Dios, sobre todo los niños y los jóvenes".
