Ojo a las especies invasoras.
Cada vez es más frecuente encontrar a visones americanos merodeando por las orillas del río Miño, así como en sus afluentes, Loña o Barbaña. Asociaciones ecologistas de Ourense han recibido llamadas de particulares -en su mayoría paseantes- que alertan de la presencia de estos mamíferos. Si en la provincia de Ourense existen dos explotaciones con 375 y 320 visones, debidamente enjaulados, según fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, los ecologistas ourensanos calculan que, por lo menos, otros 60 se pasean libremente por las riberas urbanas del Miño o hacen gala de sus dotes para la natación.
Pese a su apariencia no agresiva, los visones constituyen una amenaza para el equilibrio de los ecosistemas, puesto que se comen a peces, aves o cangrejos. El problema reside en que compiten con las especies autóctonas para su supervivencia, y en la mayoría de los casos salen ganando. Además, cuentan con otro punto a su favor para su expansión, no hay ningún otro animal que se los coma.
Uno de los colectivos afectados por su presencia son los pescadores -en su mayoría aficionados- que ven mermado el número de capturas, ya que hay menos peces en el agua.
Para el colaborador de Amigos da Terra, Alberto Rivero, encontrarse a un visón americano en Ourense 'é algo frecuente'. También los trabajos de campo realizados por las plataformas ecologistas avalan su presencia. Rivero asegura que suelen moverse en grupos familiares de unos cuatro o cinco miembros, mientras en su intento por adaptarse al nuevo medio 'modifican o resto de ecosistemas da zona e supoñen un perigo'.
Su localización en el río Barbaña -zona en la que se visibilizaron recientemente- se debe a que constituye una zona de humidificación 'moi interesante', según explicó Rivero. También desde la asociación ecologista Adega matizaron que 'as soltas que tiveron lugar nalgunhas granxas teñen que ver na súa expansión, ademáis seguen as augas'. Dos antedecedentes históricos podrían estar detrás de la multiplicación de visones americanos en libertad: La liberación accidental en 2006 de estos mamíferos en una granja peletera de A Limia, y los también liberados por el ciclón Hortensia en O Porriño en el año 1984.
Pese a su apariencia no agresiva, los visones constituyen una amenaza para el equilibrio de los ecosistemas, puesto que se comen a peces, aves o cangrejos. El problema reside en que compiten con las especies autóctonas para su supervivencia, y en la mayoría de los casos salen ganando. Además, cuentan con otro punto a su favor para su expansión, no hay ningún otro animal que se los coma.
Uno de los colectivos afectados por su presencia son los pescadores -en su mayoría aficionados- que ven mermado el número de capturas, ya que hay menos peces en el agua.
Para el colaborador de Amigos da Terra, Alberto Rivero, encontrarse a un visón americano en Ourense 'é algo frecuente'. También los trabajos de campo realizados por las plataformas ecologistas avalan su presencia. Rivero asegura que suelen moverse en grupos familiares de unos cuatro o cinco miembros, mientras en su intento por adaptarse al nuevo medio 'modifican o resto de ecosistemas da zona e supoñen un perigo'.
Su localización en el río Barbaña -zona en la que se visibilizaron recientemente- se debe a que constituye una zona de humidificación 'moi interesante', según explicó Rivero. También desde la asociación ecologista Adega matizaron que 'as soltas que tiveron lugar nalgunhas granxas teñen que ver na súa expansión, ademáis seguen as augas'. Dos antedecedentes históricos podrían estar detrás de la multiplicación de visones americanos en libertad: La liberación accidental en 2006 de estos mamíferos en una granja peletera de A Limia, y los también liberados por el ciclón Hortensia en O Porriño en el año 1984.
