Comprar casa y coche pervive entre los deseos de los ourensanos, como aquellos premios del programa “Un, dos, tres” en los 70 y 80, si tocase el Gordo de la Lotería de Navidad 2023. También tapar agujeros y viajar a países de sol
La Navidad es una época donde predomina sobre todo la ilusión, que hace que los ciudadanos tengan la esperanza de que el 2024 sea un gran año y les permita cumplir sus sueños. Por ello, muchos de ellos estarán muy pendientes este viernes de la pequeña pantalla con la ilusión de que canten el mismo número que tienen en su décimo de la Lotería de Navidad.
Pese a que Ourense es la provincia de toda España en la que menos ocasiones ha tocado el primer premio de la Lotería de Navidad, únicamente dos veces, los habitantes todavía continúan abarrotando las administraciones en busca de una suerte, que aunque les ha sido esquiva hasta ahora, puede cambiar sus vidas radicalmente para siempre. Viviendas, coches o viajes invaden los sueños de los ourensanos.
“Compraría un buen coche y una buena casa. Además, haría un viaje a un lugar en donde siempre haga sol”, confiesa Manuel Rodríguez, quien juega todos los años, aunque de momento nunca le ha tocado. Otros, sin embargo, apelan a la prudencia y piensan en tapar agujeros. “Lo primero que haría es pagar la hipoteca y si me sobra algo planearía un viaje al Caribe”, cuenta Antonio Soto, quien también la juega todos los años sin suerte hasta ahora.
En la misma línea se expresa Rubén Benjibba, quien afirma que usaría el dinero del Gordo para pagar las deudas y comprar una vivienda en Ourense y, si le sobrase algo, lo utilizaría para llevar a cabo una de sus máximas ilusiones. “Cumpliría el sueño de sacar el carné y viajaría a bordo de una furgoneta camperizada por toda Europa”, indica.
Otros alertan también de los peligros que conlleva que te toque una gran cantidad de dinero. “Hay muchas cosas que pagar, pero el resto lo repartiría, aunque es difícil porque cuando te toca de repente te aparecen 400 amigos que no sabías de su existencia”, manifiesta Aurelio Blanco, quien declina la posibilidad de viajar por todo el mundo. “No haría turismo fuera de España, este país tiene de todo”, afirma. Blanco juega a la Lotería todos los años, aprovechando cada lugar que visita para comprar un décimo.
También los hay que primero de todo piensan en sus familiares. “Para empezar rejubilaría a mi madre y después, ya que he empezado a estudiar fotografía porque me parece un campo muy interesante, me gustaría crear mi propio negocio”, cuenta Pablo Carranza, quien considera que “tener mucho dinero no implica la obligación de gastarlo, el mundo da muchas vueltas”.
Hay quienes hacen bueno el refrán que afirma que la caridad bien entendida empieza por uno mismo. “Sería una avariciosa y no lo compartiría con nadie porque si digo que lo reparto no me va a tocar nunca”, afirma Norelkis García, quien destinaría el dinero a viajar por el mundo. En su caso, no juega muchos décimos porque “para ganar basta uno solo”. García elige siempre un número que contenga el nueve, ya que, según comenta, “representa el cambio y la transformación”.
La ilusión de las personas mayores y de mediana edad contrasta con el pesimismo de los jóvenes. Samuel Iglesias afirma que lo primero que haría es irse a vivir a otro país “que tenga más oportunidades”. Lo mismo piensa Nerea Ansia, quien se marcharía a un país nórdico con el objetivo de “hacer mucho dinero y poder vivir con todo lujo de comodidades”.
