Una de cada tres casas vendidas en Ourense se encuentra en el rural

Las estimaciones del sector inmobiliario demuestran que el interés por las propiedades del medio rural ha crecido en la crisis del covid. Pero, además, también los datos lo demuestran. Según la estadística del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana sobre de transacciones de vivienda hasta el 30 de junio, un tercio de las operaciones realizadas en Ourense tenían como emplazamiento una zona rural. Entre marzo y junio se vendieron en la provincia 265 viviendas, de las cuales 98 tuvieron como destino un lugar diferente a la ciudad, por lo tanto un 36,9% sobre el total, un indicador ligeramente inferior al del primer trimestre (39,1%). La paralización de las actividades durante el estado de alarma echó el freno a las ventas y a partir de mediados de mayo se notó el repunte en las ventas. Fue ahí donde se llegó a la conclusión determinante: "El aire libre, el tener mayores espacios en la vivienda, el que tanto personas mayores como niños puedan disfrutar del entorno han sido vitales para recuperar la venta de casas fuera de la ciudad". Es la opinión que sostiene Juan Carlos Moreiras, presidente de la Asociación de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Ourense. "Hay un rebrote muy llamativo", concluye. Variaciones anuales Durante la mayor parte del año pasado la venta de casas estuvo ligeramente por debajo de este año, salvo en el tercer trimestre del 2019, donde se anotó un 39,2%. En los demás, la oscilación estuvo entre el 30% y el 35,3% sobre el total de venta de viviendas. Por lo tanto, por debajo de las ventas de este año. Ramón Fernández, portavoz de la Asociación Profesional Ourensana de Agentes Inmobiliarios (Proagi) confirma que el mercado de este tipo de viviendas "experimenta un ligero repunte con la pandemia". Concreta que ahora "hay mucha más actividad, más visitas, más interés por la compra y negociación de ofertas". Mejor que en la crisis Los datos del Ministerio de Transportes también permiten concluir un rejuvenecimiento de este tipo de producto inmobiliario. En el 2013 (donde se midieron los peores efectos de la crisis del 2008) en el segundo trimestre se vendía un 28% de casas unifamiliares sobre el total de viviendas transmitidas, nueve puntos menos que en el mismo periodo del 2020. En el segundo trimestre del 2007, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, las ventas eran del 26%, por lo tanto once puntos menos que en la actualidad. Juan Carlos Moreiras precisa que "este tipo de casas pasaban desapercibidas desde el punto de vista comercial, pero ahora el interés es creciente". Recuperar la casa de la aldea, hacer pequeñas reformas para hacerla más confortable o convertir la estancia veraniega en una mudanza es una de las opciones que también está viendo el mercado. Rehabilitación Y, como consecuencia de ello, otros sectores ven la situación también de una forma más optimista. Santiago Ferreiro, presidente de la Asociación de Constructores de Ourense (ACO), también nota un incremento del interés por este tipo de viviendas. "Incluso notamos que se reactivan las herencias para recuperar entre las familias los bienes del rural", matiza. Recobran vida las parcelas "de quinientos a mil metros cuadrados, también la construcción de obra nueva", así como las pequeñas obras de adaptación o rehabilitación de vivienda ya construida. Ferreiro ve, además, "que como la ciudad no tiene planeamiento urbanístico actualizado, algunas inversiones se están derivando a zonas limítrofes". Mejores servicios Pero, pese al contexto general, el presidente de la ACO percibe algunos déficits a solventar para que el retorno al rural no sea episódico: "Faltan servicios cruciales como la mejora del transporte público, sobre todo para conectar con los polígonos industriales". Además, Santiago Ferreiro apela "a la mejora sustancial de las conexiones de internet en el medio rural, no solo para los negocios sino también para teletrabajar, una modalidad que está cada vez más al alza". Varios factores La recuperación del interés por a vivienda rural "es multifactorial", según explica el arquitecto Daniel López: "Influye el covid, pero también la oportunidad de espacios como la Ribeira Sacra o las ayudas que se están dando a la rehabilitación". En su opinión, el interés se nota especialmente en el perímetro de la ciudad y supone "una oportunidad para recuperar el patrimonio construido". Daniel López también alude al interés por la compra de parcelas y a autoconstrucción.