Viviendo como una nómada mientras paga una hipoteca

Con una maleta en una mano y su hijo de cuatro años en la otra, Montserrat A.M. hace frente al día a día sin un domicilio al que acudir después de trabajar. Sin embargo, está pagando la hipoteca de un piso. El pasado junio inició los trámites de divorcio con su marido J.F.I.S. pero el proceso se vio complicado por la negativa de este a salir de la vivienda. Se niega a abandonar la casa y no le ha importado acabar en el juzgado. Ambos están dispuestos a ganar y, en palabras de Montserrat: "La verdadera víctima es el niño, que echa de menos su casa y no tiene una vida normal". En las últimas semanas, madre e hijo se han visto obligados a alquilar un piso porque "mi puesto de trabajo (de profesora) está en Ourense, mis padres en Vigo y el niño está escolarizado aquí", indica. Por lo tanto, ahora, además de hacerse cargo de un alquiler mensual, Montserrat tiene que continuar pagando la hipoteca del piso en el que reside su marido y hasta hace poco la luz y el gas: "Los corté, el año pasado me llegó una factura de 300 euros y tuve que hacerme cargo", explica. ‘‘Se aprovechó de mi debilidad" "Me fui en medio de una noche, en aquellos momentos no podía conducir y unos amigos me sacaron de allí para llevarme a casa de mis padres", así relata Montserrat el comienzo de su odisea. "Lo conocí en 2017, cuando yo estaba embarazada. En ningún momento desde que estuve con él pensé que podría estafarme", explica Montserrat. Cuando tuvo a su hijo, "él insistió muchísimo en el reconocimiento por reducciones fiscales, más tarde me di cuenta de que no era porque tuviera interés en él". Ahora, ambos comparten la custodia del niño, un factor clave en la carrera de Montserrat por recuperar su vivienda y su vida. Además, en verano, se puso en contacto con el padre biológico del niño para que este lo reconociese, porque, según dice, su (todavía) marido "tiene interés en quedarse con él". Para ayudarla, el padre biológico "inició un proceso de filiación para desvincular totalmente al niño de este señor. Lo pidió el mes de junio y tiene la vista en abril, hasta entonces no se hará efectivo". Sin embargo, entretanto, se hace cargo económicamente de él. Sin medidas cautelares "Llevo sin medidas cautelares desde el año pasado hasta ahora. Estoy en un vacío legal y no puedo volver a mi casa", indica Montserrat. Su abogada, Cristina Rodríguez, afirma que "las medidas deberían estar resueltas desde hace meses, el caso se presentó en septiembre y todavía estamos aquí". Ese mes, se presentaron ante el marido de Montserrat, J.F.I.S., medidas provisionalísimas urgentes para recuperar su casa hasta que no haya sentencia de divorcio. Sin embargo, "no parece haber urgencia", ironiza la abogada. Indica que "el Juzgado de Familia está muy colapsado y llevamos seis meses esperando la resolución". Desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia indican, sin embargo, que la demanda no se presentó bien y que esa fue la razón de la tardanza. "En octubre se personó el padre biológico y las partes pidieron un informe psiquiátrico al CHUO. Cuando se tuvo toda la documentación se presentó la vista, concretamente el 10 de marzo". Por lo tanto, explican, "es imposible que el juez resuelva si no hay nada". Por el momento, los conflictos entre ambos siguen llegando al juzgado. El pasado miércoles se reunían en la sala porque el marido de Montserrat la había denunciado por amenazas, "al parecer por trabajos de brujería contra él", explica la mujer.