50 AÑOS DEL POLÍGONO DE SAN CIBRAO

La Xunta licitará este año la conexión del Polígono con la A-52

Ourense. 28-09-15. Local. Actos do 50 aniversario do Polígono de San Cibrao das Viñas.
Manuel Baltar
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera El presidente de la Diputación bromea con Roberto Vilar, presentador del acto de anoche.

El valle industrial de San Cibrao lleva fabricando "ideas, ilusiones e innovación" desde hace medio siglo, destacaron los empresarios en los actos de conmemoración del 50 aniversario

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, no acudió a la fiesta del 50 aniversario del Polígono David Ferrer Garrido de San Cibrao das Viñas, pero envió un regalo de cumpleaños a través del Conselleiro de Industria, Francisco Conde, que anunció ayer en Ourense que el Polígono contará en breve con la deseada conexión con la A-52. La Xunta de Galicia someterá la obra a información pública el próximo mes, "para escoitar e dar oportunidade a todos a participar", dijo el conselleiro antes de insistir en que "o obxectivo é licitar o proxecto constructivo neste mesmo ano", de tal modo que los trabajos podrán comenzar a ejecutarse en 2016.

Sin el presidente Feijóo, fue el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, el encargado de hacer los honores y cerrar los actos de ayer. Fue en el Auditorio Municipal de Ourense. Abarrotado para la celebración de la audacia del empresariado ourensano que prosperó en los años del desarrollismo. Su éxito quedó plasmado en el valle industrial de San Cibrao, la fábrica de ideas, ilusión e innovación, como lo definió ayer desde la tribuna uno de los actuales patrones.

Las actividades de la jornada festiva se concentraron por la tarde. Después de la inauguración de la Arboreda do Tempo, frente al Edificio Multiusos de la Asociación de Empresarios del Polígono, la celebración del 50 aniversario se trasladó a última hora al Auditorio Municipal de Ourense.

Con el humorista Roberto Vilar (Os Tonechos) como maestro de ceremonias y la guitarra de Daniel Minimalia animando los intervalos, el acto arrancó con brío.

"La mejor forma de resumir su continuada aportación a Ourense y a Galicia es diciendo, abiertamente, que sin el asentamiento empresarial de San Cibrao no podría entenderse, ni en Ourense ni en Galicia, la evolución lograda por el sector industrial", señaló José Elías Mera, presidente de la Asociación de Empresarios del Polígono, creada en 1979 en una reunión de 10 propietarios de parcelas en los locales de Uteco, el antecedente de Coren. El primer domicilio social de la recién nacida agrupación estuvo en la fábrica Muebles Calvo y al año siguiente se trasladó a un local propio en Paz Novoa. Por entonces, el Polígono había cumplido 15 años y ya era un polo de actividad consolidado. Su relativamente rápido éxito lo explicó José Elías Mera: "El valle industrial de San Cibrao lleva fabricando ideas, ilusiones e innovación desde hace 50 años". Y añadió: "El acierto de los precursores queda de manifiesto en el hecho de que al décimo año de actividad de la primera zona industrial de la provincia de Ourense ya no había ni una sola parcela libre".

El Polígono es uno de los espacios industriales más antiguos de Galicia -el segundo, según recordó el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, en una breve alocución-. La idea de su construcción comenzó a tomar forma el 25 de mayo de 1965, cuando el Consejo de Administración de Caixa Ourense acordó su ubicación en O Cumial.

Algunos detalles de las peripecias previas a ese momento los rememoró ayer Ángel Carreño, en un coloquio con Maribel Outeiriño, Eduardo Olano y Manuel Gómez Franqueira. Carreño contó que la iniciativa empezó a tomar forma "en el primer verano, en 1963, en el que la familia Barreiros tomó vacaciones en La Toja, allí veraneaba también Ricardo Martín Esperanza, el entonces presidente de la Diputación". Carreño contó además que detrás de aquel primer impulso estuvo también el interés de la Chrysler americana por Barreiros, y las resistencias de Eduardo Barreiros a ceder el control. Perdido el interés de los americanos, el proyecto inicial se redujo, la caja (Caixa Ourense) recuperó parte de los terrenos y la Diputación empezó a pensar en abrir otras vías. El propio Carreño fue el encargado de negociar la instalación de la fábrica de cervezas San Martín, "convenciendo a emigrantes en Alemania para que aportaran algo a cambio de un trabajo en la futura factoría".

Olano y Gómez Franqueira hablaron sobre los avatares de Orember y Coren antes de instalarse en el Polígono. Recordaron ambos dos momentos complicados para sus empresas, dos incendios que se apagaron gracias a la gente de las fábricas. "El factor humano sin el que llegar hasta donde hemos llegado hubiera sido imposible", subrayó Franqueira.

Coren y Orember ya llevaban años en el Polígono cuando en 1992, el 10 de octubre, se inauguró el Parque Tecnolóxico de Galicia. Fue el gran salto de aquel valle fabril hacia la innovación. Egatel, UMA, el Instituto Tecnolóxico da Madeira, el I+D de Coren, las más reputadas firmas de moda ourensana, fueron incorporándose a un polo de cambio y mejora.

"O polígono industrial máis senlleiro de toda Galicia se ten consolidado como un nodo de emprego e innovación que lidera a economía de Ourense", recalcó el conselleiro antes de ponderar "a grandeza de San Cibrao": "A suma de empresas abertas ao mundo e vertebradoras do territorio no que naceron".

Para finales de siglo, en el año 1999, el Polígono contaba con una superficie de 3,2 millones de metros cuadrados en la que se ubicaban 110 empresas. En 2004 llegó la tercera ampliación. 350.000 metros cuadrados nuevos. Y al año siguiente se inicia la construcción de la Cidade do Transporte. En 2008 se ejecutó el proyecto de humanización y arrancaron las ampliaciones del Tecnolóxico y la Cidade do Transporte.

Anoche, en el Auditorio, ante una nutrida representación política e institucional, y después de un acto de casi tres horas, el Polígono, sus empresarios, se conjuraron para empezar de nuevo, hacia otros 50 años. En su discurso de cierre, Manuel Baltar, que comenzó citando a Kropotkin, "príncipe de los anarquistas", para señalar que la semilla de cualquier triunfo es el atrevimiento, dijo que la gran virtud de los pioneros que construyeron el Polígono fue que creían en Ourense. "Creeron e apostaron por Ourense", repitió el presidente de la Diputación Provincial, que recordó como el organismo que él preside estuvo al lado de los empresarios en aquellos momentos, también desde la Caixa de Aforros Provincial de Ourense. Baltar volvió a nombrar a los principales artífices de la puesta en marcha del núcleo industrial de la provincia, muchos de ellos presentes en el acto, y consideró que esa iniciativa estuvo marcada "pola paixón a que antes se referiu Franqueira". Añadio que la historia está de parte de quienes apuestan fuerte, y recordó que el deber de los poderes públicos es estar junto a los emprendedores, un mandato que está presente, dijo, en el propio texto constitucional.
 

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