A diferencia de concellos o Diputación, la Xunta pone en marcha un curso político por la celebración, a un año vista si no hay adelanto, de las elecciones al Parlamento de Galicia.
Esto supone, como es habitual con cada cita con las urnas, un condicionante para todos los gobiernos y en el caso del Ejecutivo autonómico no será una excepción, con la obligación de ejecutar o dejar encauzados proyectos con una inversión que está en el entorno de los 115 millones de euros.
Más de la mitad de esta cifra (64,4 millones) está prevista para continuar mejorando el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, al estar diseñada la construcción de un nuevo edificio entre el de hospitalización y el Materno-Infantil, que también será reformado.
Licitada la redacción del proyecto, este debe estar listo a mediados de 2020 para poder pensar en sacar a concurso las obras.
A esas alturas, si nada se tuerce, la Xunta debería estar inaugurando el vial que enlazará la A-52 y la OU-525 para recortar significativamente el trayecto hacia el Polígono de San Cibrao y mejorar la competitividad de los empresarios. En estos momentos, la infraestructura ha superado el 50% de ejecución, que supondrá una inversión cercana a los 20 millones.
Una cuarta parte costará construir la estación de autobuses que formará parte del conjunto de la intermodal, proyecto que busca un empujón de la mano de Adif, que tiene en marcha el aparcamiento subtarráneo, actuaciones que deben coordinarse para avanzar.
También en el ámbito social el Gobierno gallego mira al curso político que arranca con varias tareas. La más urgente, tras reconocer este verano la conselleira de Política Social, Fabiola García, que las previsiones se han demorado más de lo esperado, es desbloquear la construcción en Barrocás del centro de atención a personas adultas con diversidad funcional, que requerirá un desembolso de 5,5 millones y que permitirá que Ourense deje de ser la única provincia de Galicia sin un equipamiento público de estas características.
Tampoco hay trabas para que las máquinas se pongan a trabajar en la construcción de una nueva residencia de mayores en O Vinteún, una instalación que solo depende de la licitación y que tiene un presupuesto de nueve millones.
Asimismo, de la mano de la Diputación, que aporta el 50% de la inversión de 10 millones, la Xunta debe activar la rehabilitación de la escuela hogar de Mariñamansa para convertirla en el Centro Galego da Innovación na FP y que sea una realidad en el curso 2020-21.
La rehabilitación integral del pabellón de Os Remedios, que arrancará antes de final de año con un proyecto cifrado en dos millones de euros –se unirá la adecuación del entorno– es otra de las actuaciones concretas.
A estas se unen algo más a medio plazo la concreción del parque acuático en Monterrei y las diferentes fases del ecobarrio, mientras que también se deben ir dando pasos –con la colaboración del Concello de Ourense– para levantar la nueva sede administrativa de la Xunta que unifique todos los servicios.
Acabar centros de salud en obras como los de Pereiro o Paderne de Allariz y encauzar el del barrio de O Vinteún, asuntos también en cartera para el Gobierno gallego.
La sanidad, principal foco de conflicto en el Parlamento, con temas pendientes
La sanidad se ha convertido en el principal foco de conflictos entre el Gobierno gallego y los grupos de la oposición, que han alertado en múltiples ocasiones sobre la situación de algunos servicios.
Es el caso, por ejemplo de hemodinámica, cuyo horario ha copado infinidad de debates al ser Ourense la única provincia sin un servicio las 24 horas del día.
En este sentido, otro de las obligaciones de la Xunta en este curso político es estudiar en las próximas semanas los datos del registro oficial y determinar si se cumplen las condiciones para ampliar el horario, ahora de 8,00 a 22,00 horas.
