El cierre perimetral de Galicia entró en vigor en la medianoche de este viernes para evitar desplazamientos masivos durante el puente de la Constitución al país vecino. La medida, impulsada por la Xunta a la vista de las elevadas cifras de contagios de los municipios lusos, se mantendrá hasta las 00,00 horas del próximo 9 de diciembre.
En la mañana de ayer, no obstante, numerosos vehículos cruzaron la frontera lusa sin encontrarse controles policiales de ningún tipo. "Eu pasei varias veces durante a mañá e non había nada", apunta un transportista ourensano que realizó tres viajes a Portugal en las primeras horas de cierre perimetral.
En esta línea, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, pedía ayer "máxima colaboración" al Gobierno en el control de las fronteras. "Es estrictamente importante controlar las fronteras", resaltó Rueda. Por su parte, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, aseguró ayer que 132 patrullas móviles vigilarán el cumplimiento de la normativa durante los días de puente: "Está todo controlado para cubrir as indicacións do goberno autonómico".
La situación epidemiológica de los municipios lusos de la Raia es grave desde hace semanas, cuando se empezó a detectar un aumento progresivo de los casos activos. Chaves es el concello más afectado, registra una incidencia acumulada superior a mil casos por cada 100.000 habitantes; Montealegre, supera el medio millar y Vinhais, los 300. "É unha lástima ter que pechar a fronteira coa provincia ourensá e non poder convivir xuntos, pero polo momento ten que ser así. Vexo correcto pechar as fronteiras nestes momentos", apunta Orlando Alves, alcalde de Montealegre.
El regidor explica que la situación epidemiológica empezó a empeorar hace más de dos semanas en el municipio, y señala la "falta de responsabilidad" general de la población, es especial, de la juventud. "A xente non se está portando como debería, a actitude ten que cambiar", añade.
"Nas festas tamén deberiamos ter pechada a fronteira"
Orlando Alves, alcalde de Montealegre, confía en que la situación epidemiológica de la zona mejore en dos semanas, pero defiende el cierre de la frontera en la época navideña, en la que es habitual que se multipliquen los desplazamientos, especialmente en las fechas festivas. "Creo que deberiamos ter pechada a fronteira, non é posible festexar o Ano Novo xuntos, a situación non o permite", apunta el regidor, sin ocultar cierta resignación. "É o que toca, temos que protexernos e pecharlle as portas a este maldito virus", añade.
