Vida OurenSana

La irritante ortiga

A pesar de su mala fama, tiene un amplio uso en medicina y herboristería

La tierra es el jardín de la salud. Si observamos las criaturas con actitud humilde llegaremos a la sabia conclusión de que muchas plantas, incluso las consideradas más simples, pueden tener un diferente, importante y amplio uso en medicina y en herboristería.

Es el caso, entre otros muchísimos, de la ortiga. Existen varias especies de esta planta herbácea. La más común es la ortiga verde o Urtica dioica, perteneciente a la familia de las Urticáceas y que crece espontáneamente en terrenos preferentemente sombríos, húmedos y ricos en nitrógeno. En gallego se le conoce comúnmente con el nombre de estruga, término que deriva probablemente del latín urere que significa “escozor”, indicando el efecto que producen las sustancias irritantes que contiene.

La ortiga es una planta dioica. Este término proviene del griego oikos, “casa”, que con el prefijo derivado de dis significa: dos casas. Ello quiere decir que unas plantas llevan solo las flores masculinas y otras solo las femeninas. La palabra se diferencia de “monoica”, vocablo con el cual se definen las especies que portan en una sola planta tanto las flores masculinas como las femeninas. Las flores femeninas se presentan en espigas alargadas y colgantes, de color verde. Las masculinas en espigas erectas. Sus hojas son oval lanceoladas, opuestas y dentadas, verde oscuras en su parte superior y más claras en la inferior. Poseen una gran cantidad de pelos urticantes que cuando se tocan inyectan en la piel un líquido irritante que causa picor. Ese efecto, que puede durar incluso horas, se debe a su contenido en ácido fórmico. Su tallo es erecto y cuadrangular y posee también pelos urticantes. Para aliviar el dolor hay que evitar rascarse y usar emplastos de bicarbonato, aunque popularmente se recurre a frotar la zona afectada con el “mentastro” que crece abundantemente cerca de las mismas ortigas. También se dice que, si se mantiene la respiración, se pueden tocar las ortigas sin temor a picarse. Cuanto más grande es el picor más altas son sus propiedades médicas, de las cuales hablaron ya autores griegos antiguos como Teofrasto e Hipócrates. La ortiga era utilizada por los legionarios romanos para combatir el cansancio muscular y los reumatismos. Son conocidos sus efectos hemostáticos, antihemorrágicos, anti anémicos y cardiotónicos. Se usa también para combatir la diabetes, artritis, edemas, diarreas, hipertrofia prostática y menstruaciones abundantes. El jugo fresco de ortiga es energético y diurético. Antiguamente se usaba también como remedio para combatir la gota y el reumatismo.

Asimismo, sus brotes y hojas son usadas en la cocina, sobre todo en primavera, para hacer sopas, arroces, tortillas, fritos y rellenos de empanadillas, aunque pueden utilizarse durante todo el año. También pueden ser consumidas como las espinacas. Al cocinarse se destruyen sus pelos urticantes. Su valor nutritivo es considerable ya que contienen calcio, hierro y potasio además de vitaminas A, B y C y proteínas. Durante algún tiempo se cultivó con fines textiles, al igual que el lino. Por su alto contenido en clorofila venía utilizada para teñir tejidos de verde. Sus raíces, ricas en taninos, de ahí sus propiedades astringentes, eran usadas para teñir de amarillo. En el campo de la cosmética, es usada fresca como anticaspa y para prevenir la caída del cabello. La planta seca combate bien la grasa del cuero cabelludo.

Además, su consumo produce un efecto de saciedad, evitando así comer demasiado por ansiedad. Tomar una infusión de ortiga, es un método ideal para combatir el sobrepeso. El té de esta especie se puede adquirir en las herboristerías o elaborar en casa con hojas frescas o secas.

El extracto o purín de ortigas, que se puede preparar de modo casero, es un eficaz y natural insecticida y fungicida biodegradable utilizado en jardinería y horticultura contra ácaros, pulgones e incluso enfermedades de las hojas.

Las otras dos especies que encontramos frecuentemente por estas tierras del occidente europeo son la Urtica urens o estruga menor más pequeña pero más irritante y la Urtica membranaceae.

Un lugar con muchas ortigas, se llama “ortiguera”, nombre que ha dado origen al homónimo apellido, infrecuente en Orense, y a villas como la coruñesa Santa Marta de Ortigueira, que tiene su origen en “Ortigaria”, tierras del reino de Galicia, en el siglo X, durante el reinado de Alfonso IV de León, llamado el Monje. El gentilicio es “ortigueirés o urticariense”.

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