La Erica conocida en castellano como brezo y en gallego con los nombres de breixo, carrasco, carroucha, urce o uz, entre otros, es un arbusto siempre verde perteneciente a la familia de las Ericáceas, que constituye formaciones características llamados brezales o “urceiras”, “ucedos”, “matogueiras de breixo”, “breixeiras”, en las que también está presente el tojo.
Su nombre deriva del griego ereikein, que significa “quebrar” en alusión a sus ramas frágiles. Fue descrita ya en la antigüedad por el escritor y militar romano Cayo Plinio Secundo. Sus hojas, perennes y de color verde oscuro, son muy pequeñas y semejantes a agujas. Sus flores, que aparecen generalmente a finales de verano o principios de otoño, son también pequeñas y campaniformes, y presentan un variado espectro de colores que van del blanco al rosa, rojo o púrpura. Sus semillas son diminutas y numerosas.
El número de especies de Erica en el mundo se calcula en más de ochocientas. En Galicia existen las siguientes: arborea, australis, carnea, ciliaris, cinerea, erigena, herbacea, lusitanica, mackaiana, scoparia, tetralix, umbellata y vagans, dando al paisaje un colorido espectacular. La arbórea y la scoparia, denominada así porque antiguamente se usaba para hacer escobas, pueden alcanzar varios metros de altura pudiendo llegar a convertirse en arbolillos.
Todas ellas se desarrollan en suelos ácidos y pobres y con cierto grado de humedad. Sirven como alimento del ganado y de animales salvajes. Soportan bien el frío y las heladas. Son resistentes al fuego, sujetando el terreno tras los incendios forestales, y poseen gran capacidad de rebrotar. En el mundo rural se usaban como combustible por su alto poder calorífico. A causa de la dureza de su madera se usan para fabricar pipas, cubiertos y otros utensilios. Por su belleza, variedad de colores y larga floración, se emplean también como plantas ornamentales en jardines y balcones y también para composiciones de flores secas.
La Erica tiene propiedades diuréticas, antirreumáticas, antisépticas, astringentes y antinflamatorias, útiles para el tratamiento de inflamaciones de las vías urinarias, cistitis, y uretritis. Parece que tiene también propiedades antivirales. Se puede utilizar tanto en tisanas como en tintura madre. A partir del néctar de sus flores, las abejas elaboran una excelente miel de sabor fuerte y ligeramente amargo, aroma penetrante y coloración que varía del amarillo oscuro al rojo pardo. Es un buen desinfectante del riñón, previniendo la formación de cálculos. Como todas las mieles combina bien con frutos secos, yogur o helado. Se usa también en repostería y para fabricar bebidas alcohólicas. La Erica viene usada como componente del “remedio floral de Bach”, una fórmula preparada por el cirujano e inmunólogo inglés Edward Bach con la combinación de 38 flores como terapia natural para tratar enfermedades provocadas por emociones negativas.
A menudo se confunde la Erica carnea con la Calluna vulgaris, denominada también como brezo, urce o queiruga. Se diferencian, entre otras cosas, porque las hojas de esta última son aún más pequeñas y tienen el margen dentado. Las flores son de color violeta o rosado, raramente blancas. Según algunos su nombre deriva del griego de kalós que significa “bello”, pero es más aceptado que derive de kallyno que significa “barrer”, por haber sido empleadas tradicionalmente como otros brezos para hacer escobas. El calificativo vulgaris se refiere a su difusión muy común.
El nombre de mujer Érica o su variante Érika, no deriva de la planta sino del nombre escandinavo Erik que significa “soberano eterno”.
En fin, las amplias extensiones de brezales o “urceiras”, señal de identidad del paisaje gallego, tradicionalmente dedicadas al pastoreo y de gran valor ecológico por su considerable biodiversidad, se están viendo seriamente afectadas ya que están siendo sustituidas por plantaciones económicamente más rentables, como repoblaciones forestales y pastizales mejorados. Es urgente su conservación y recuperación.
