El cristalino no protege correctamente del sol hasta los 20 años, por lo que es ‘fundamental’ el uso de gafas protectoras en niños

El 19% de la población no usa gafas de sol y sólo el 59% las compra en ópticas

El 19 por ciento de la población española no usa gafas de sol y sólo el 59 por ciento compra sus lentes en ópticas, mientras que otro ocho por ciento se decanta por adquirirlas en farmacias, pero el trece por ciento las adquiere en establecimientos no especializados sin preocuparse por la protección.
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña presentó estos datos dentro de una campaña de Fotoprotección Ocular, bajo el lema 'El sol daña tus ojos y los de tus hijos' y con la que pretenden incidir en la importancia de protegerse los ojos del sol desde niños, al igual que se hace con la piel; así como de comprar lentes homologadas.

La iniciativa se pone en marcha en colaboración con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, y aprovechando la amplia red de especialistas en óptica existentes dentro del ámbito de los estudios de farmacia. Servirá, además, para hacer un nuevo estudio que ofrezca datos reales sobre este tema en lo que a la población coruñesa se refiere.

Como portavoz del colegio, Antonio Torres apuntó que sólo el 52 por ciento de los españoles elige sus gafas de sol en función de la protección, mientras que el resto lo hacen fijándose en criterios estéticos, diseño o el precio. En este sentido recordó que deben reflejar el código 'CE' que garantiza la calidad de la lente y que no sirven las mismas gafas para caminar por la ciudad, que para ir a la playa o practicar deporte.

‘Usar unas gafas no homologadas en peor que no llevar nada porque nos da la sensación de oscurecimiento y el ojo se abre, por lo que el daño es todavía mayor, deben estar avaladas por la Unión Europea, para la ciudad pueden ser claras, pero para la playa o hacer deporte deben ser oscuras, y para conducir polarizadas’, recomendó.

‘FUNDAMENTAL’ EN NIÑOS

Las lentes solares preservan la salud de los ojos y permiten ver confortablemente, según recordaron. Es ‘fundamental’ que los niños también las utilicen porque el cristalino no termina de formarse hasta los veinte años y no protege correctamente el ojo, lo que supone que éstos reciban en estos años el ochenta por ciento de la radiación que recibirán en toda la vida.

Además, antes del primer año el noventa por ciento de los rayos UVA y el cincuenta por ciento de los UVB alcanzan la retina. Entre los diez-trece años el sesenta por ciento de la radiación UVA y el 25 por ciento de la radiación UVB alcanza la retina, y no es hasta hacia los 18-20 años cuando la radiación UV es casi totalmente detenida por el cristalino, con unas agresiones provocadas por la radiación solar que se acumulan a lo largo de los años, tal y como ocurre en la piel.

Torres recordó que el ochenta por ciento de la información que reciben las personas llega a través de los ojos, por lo que cuidarlos resulta sensibles a las quemaduras solares, y a largo plazo se pueden producir cánceres de piel como el melanoma; la mucosa o superficie interior de los párpados y el blanco del ojo también pueden sufrir inflamación con el sol; la córnea es el primer filtro del ojo, y si está expuesta al sol más de una hora o dos también puede sufrir inflamación o queratitis; así como que os rayos UV pueden causar la formación precoz de cataratas, una opacificación en el cristalino.

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