Siete años para los traficantes que se vestían de pilotos para traer cocaína

Los dos traficantes que usaban uniformes y credenciales de piloto de vuelo de la compañía Ryanair para esquivar los controles de seguridad en el aeropuerto de Barajas, para introducir cocaína en España desde Venezuela, han sido condenados a siete años y tres meses de prisión cada uno.

Estos dos hombres y otros dos más han sido considerados culpables por la sección segunda de la Audiencia Provincial de Alicante a raíz de que en julio de 2009 se hallaran casi trece kilogramos de cocaína valorada en unos 440.000 euros y 2,5 de hachís en el trastero de una vivienda de Benidorm.

Según la sentencia, uno de los falsos pilotos, José Antonio H.P., en realidad era auxiliar de vuelo de Ryanair aunque se hizo con un uniforme de piloto para él y otro para el también condenado José Miguel T.G., que aprovechaban para sortear 'los filtros o controles de seguridad'.

Desde principios de 2009, la policía había investigado a José Antonio H.P., que recibía 20.000 euros por cada uno de estos viajes, y a otro de los condenados, Sergio Blas H.Z., al que han impuesto ocho años y medio al almacenar y tratar de distribuir la droga.

El primero aprovechaba sus conocimientos por su condición de asistente de vuelo, que no piloto, y usaba esta última indumentaria junto a José Miguel T.G. para pasar más fácilmente por la aduana.

La sentencia rechaza la petición de las defensas de anular las escuchas telefónicas que permitieron descubrir la trama, ya que considera que no se vulneraron los derechos fundamentales.

Además de los dos falsos pilotos y el que guardaba y distribuía la droga (a la que los condenados se referían en los diálogos intervenidos como 'cemento'), ha sido condenado Jesús Manuel Z.L. a cuatro años de cárcel por cómplice de los anteriores.

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