El roedor entró en el pub cuando se encontraba cerrado y causó un pequeño caos bebiendo cerveza y otras bebidas
El dueño del Honeybourne Railway Club, en la localidad inglesa de Worcestershire, abría cada mañana su establecimiento cuando se encontró un pequeño destrozo en la barra. Botellas de cerveza y otras bebidas alcohólicas rotas, que daban a entender que alguien se había dado un pequeño homenaje a puerta cerrada. Lo que no esperaba Sam Boutler era que el culpable midiese apenas unos diez centímetros. Una ardilla, que se encontró tamboleándose entre las mesas. "“Seguramente abrió varias botellas y bebió sin control durante toda la noche“, señaló a la BBC el asombrado empresario acerca de una ardilla que le ha causado unos destrozos que ascienden a 450 euros.
