Las aseguradoras ahorraron más de 411 millones el pasado año en reclamaciones fraudulentas

Aumentan más del 12% los intentos de fraude al seguro

Los accidentes de tráfico fueron el pasado año los que provocaron más intentos de fraude a las aseguradoras.
No una ni dos, sino doce pólizas distintas con diferentes aseguradoras tenía contratadas un hombre con la intención de obtener el máximo número posible de indemnizaciones por la amputación de un dedo sufrida años atrás y por la que ya le habían pagado su correspondiente indemnización, aunque fue descubierto a tiempo, igual que sucedía en un caso parecido en el que un cliente había denunciado la amputación de un pie hasta en doce ocasiones distintas.
Este es sólo uno de los muchos intentos de fraude destapados el año pasado en España gracias al esfuerzo de las aseguradoras, que lograron ahorrarse el pago de algo más de 411 millones de euros, según el informe anual de fraude de Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA).

En 2012 se produjeron,según datos de este informe, un total de 146.792 tentativas de engañar a las compañías de seguros, casi el 12 % más que un año antes, de las cuales se destaparon el 73 %, por encima del 70 % descubiertas en 2011, según el citado informe.

No obstante, la investigación de los fraudes permitió que sólo se abonaran 151,9 millones de euros que, según el estudio, 'era la cantidad real a la que los clientes tenían derecho'. La mayor parte de estos intentos se produjeron en el ramo de automóviles, con 107.790 casos, mientras que en multirriesgos se intentó en 33.364 ocasiones y en vida, accidentes y salud, en 5.167 ocasiones.


PREVISIONES DE AUMENTO

El informe de ICEA también pone de manifiesto que en 2012 se produjo un notable incremento de los intentos de fraude de baja cuantía, de hasta 500 euros, que crecieron el 20%, 'lo que es compatible, pero no justificado, con el actual escenario de crisis', señala el estudio.

Las aseguradoras, en previsión de este aumento de fraude, habían incrementado en torno al 18 % la inversión en detección y prevención respecto a los años precedentes, hasta alcanzar los 9,5 millones de euros, lo que significa, según destaca el ICEA, que por cada euro invertido en investigación se evitó el pago de 43 euros demandados mediante fraude.

Asimismo, Internet y las redes sociales se consolidaron el año pasado como herramientas muy útiles para las aseguradoras a la hora de detectar engaños, debido a la afición de los usuarios de estas redes por documentar constantemente con fotos y vídeos cualquier acontecimiento de su vida Así ocurrió, por ejemplo, en el caso de una mujer que decía estar incapacitada para trabajar, y de hecho se movía en silla de ruedas, y que tuvo la ocurrencia fatídica para ella de colgar en su página de Facebook un vídeo en el que se la podía ver bailando muy animada en la celebración de su boda.

Otro caso destacado fue el de un deportista con una supuesta lesión invalidante, que al parecer no suponía un impedimento para participar en eventos deportivos, que después no dudaba en mostrar en la red, presumiendo además de sus éxitos en las competiciones a las que acudía pese a su supuesta 'incapacidad'.

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