Representaciones teatrales en todas las esquinas de la villa, recreaciones históricas de lo más variopinto, espectáculos con fuego, cetrería, caballos e improvisadas consultas de 'matasanos', formaron una amalgama de situaciones históricas que inevitablemente hicieron a los asistentes realizar un viaje en el tiempo de nada menos que de 520 años.
Mesoneras, cortesanas y caballeros feudales se mezclaron entre el gentío que gozó de una jornada que no pudo haber salido mejor. Contraste entre novedad y tradición se unieron para dar forma a una celebración que cada vez está logrando mas repercusión debido al esfuerzo y constancia mostrada desde la organización del evento.
Multitud de asistentes abarrotaron el mercado medieval desde primeras horas de la mañana. El sol brilló con fuerza en la mayoría de la jornada y esto se notó tanto en afluencia como en el ambiente que imperó durante el día convirtiendo las calles en auténticos hervideros de gente.
Antes, y como inicio oficial de los actos en la villa, autoridades de diferentes ámbitos se dieron cita ante el monumento al capitán de la 'Carabela Pinta', pertenecientes a la Xunta de Galicia, Diputación, Brilat, el alcalde de la villa y el de Santa Fe.
La ceremonia fue más corta de la lo habitual debido al ruido de fondo originado por las protestas de los afectados por las preferentes.
El primero en intervenir fue el alcalde de Santa Fe (Granada), villa hermanada a la de Baiona, Sergio Bueno, que felicitó a los organizadores del evento por el acto conmemorativo y que al mismo tiempo aprovechó para lamentar que circunstancias paralelas al acto afectasen directamente en el mismo.
Posteriormente el que intervino fue el el conselleiro de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria, Xesús Vázquez, que llevo a cabo un discurso muy breve de escasos cinco minutos resaltando la importancia de la fiesta histórica.
Por último el regidor local, Jesús Almuiña, dedicó unas palabras a los presentes en el acto para posteriormente dar paso a la ofrenda floral. Para dar por finalizada la ceremonia, y por primera vez en la villa, dos cañones de las fuerzas de la Brilat se colocaron en frente del monumento para hacer diez disparos como homenaje a Martín Alonso Pinzón.
Multitud de asistentes abarrotaron el mercado medieval desde primeras horas de la mañana. El sol brilló con fuerza en la mayoría de la jornada y esto se notó tanto en afluencia como en el ambiente que imperó durante el día convirtiendo las calles en auténticos hervideros de gente.
Antes, y como inicio oficial de los actos en la villa, autoridades de diferentes ámbitos se dieron cita ante el monumento al capitán de la 'Carabela Pinta', pertenecientes a la Xunta de Galicia, Diputación, Brilat, el alcalde de la villa y el de Santa Fe.
La ceremonia fue más corta de la lo habitual debido al ruido de fondo originado por las protestas de los afectados por las preferentes.
El primero en intervenir fue el alcalde de Santa Fe (Granada), villa hermanada a la de Baiona, Sergio Bueno, que felicitó a los organizadores del evento por el acto conmemorativo y que al mismo tiempo aprovechó para lamentar que circunstancias paralelas al acto afectasen directamente en el mismo.
Posteriormente el que intervino fue el el conselleiro de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria, Xesús Vázquez, que llevo a cabo un discurso muy breve de escasos cinco minutos resaltando la importancia de la fiesta histórica.
Por último el regidor local, Jesús Almuiña, dedicó unas palabras a los presentes en el acto para posteriormente dar paso a la ofrenda floral. Para dar por finalizada la ceremonia, y por primera vez en la villa, dos cañones de las fuerzas de la Brilat se colocaron en frente del monumento para hacer diez disparos como homenaje a Martín Alonso Pinzón.
