La figura robada en el Belén del Obradoiro llevaba un cartel contra las cuchillas de las vallas de Melilla

Baltasar aparece en Santiago tras una noche 'reivindicativa'

La figura del rey Baltasar, colocada de nuevo en el Belén instalado en la Plaza del Obradoiro. (Foto: XOAN REY.)
La figura del rey Baltasar que había sido sustraída del Belén instalado en la Praza do Obradoiro de Santiago de Compostela apareció el domingo de madrugada ante la puerta de la Secretaría Xeral de Emigración y con un cartel reivindicativo contra las cuchillas de la valla de Melilla. El Ayuntamiento de Santiago confirmó ayer que la figura fue localizada después de la llamada de un ciudadano anónimo, que permitió que la Policía Local la recuperase alrededor de las 5.30 horas en la zona de Basquiños. Ayer, a primera hora, volvía a ser instalada en el Belén, según apuntaron desde el Ayuntamiento.
El concejal de Seguridad, Luis Bello, que el día anterior había instado a que se terminase con este tipo de 'gamberradas', agradeció ayer la colaboración ciudadana, que es, según dijo, 'muy importante' para que 'no se vuelvan a repetir este tipo de actos'.


SISTEMA DE VIGILANCIA

El rey mago Baltasar fue robado la madrugada del día 20 de diciembre -la noche del jueves al viernes- y fue la Policía Municipal la que alertó de esta sustracción, que se produjo un año después de que la figura del niño Jesús fuese sustraída de este mismo escenario en Santiago en una acción reivindicativa, atribuida en su momento al colectivo Fartas, para protestar por los desahucios.

Precisamente, para evitar que se pudiese repetir el robo del Niño Jesús este año se activó un sistema de vigilancia con cámara del Belén, mientras que la figura es retirada cada noche y vuelta a poner por la mañana. Sin embargo, estas medidas no han evitado la sustracción de Baltasar.

El año pasado el Niño Jesús fue finalmente devuelto en un cajero tras pasar la noche en él 'como tantos otros ciudadanos anónimos', en una acción atribuida al colectivo Fartas. En esta ocasión, el rey mago llevaba un mensaje reivindicativo contra las concertinas de la frontera de Melilla y apareció en la zona de Basquiños, tras lo que la figura fue llevada a dependencias municipales y luego colocada de nuevo en el Belén de la plaza del Obradoiro, siendo devuelta de esta forma a la escenificación a tamaño natural del misterio del nacimiento navideño.

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