El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (Sacyl) ha condenado a la mutua Ibermutuamur a pagar 45.000 euros por los daños sufridos por un paciente al que no diagnosticaron una fractura de rodilla y aplicaron un tratamiento que perjudicó al afectado, quien finalmente sufrió una trombosis.
La sentencia, facilitada hoy por la organización el Defensor del Paciente, se refiere a hechos ocurridos a raíz de que un hombre de 47 años acudiera a Urgencias del Hospital Campo Grande de Valladolid, el 19 de agosto de 2002.
Allí, planteó que sufría un dolor de rodilla tras un giro brusco y, después de una exploración en la que mostraba dolor, efectuaron unas radiografías que reflejaban una fractura que no fue diagnosticada, según explica la organización en un comunicado.
Posteriormente, los servicios médicos de la Mutua le examinaron, sin diagnosticar tampoco la fractura, y le prescribieron rehabilitación.
Cuando finalmente detectaron la fractura y prescribieron la inmovilización, no se aplicó tratamiento antitrombótico y sufrió una trombosis venosa profunda, precisa el Defensor del Paciente.
'Es injustificable que a pesar de la evidencia de la prueba de imagen no fuera hasta el 27 de septiembre de 2002 cuando se hizo un diagnóstico correcto', recalca.
Las secuelas del 'déficit asistencial' se tradujeron en acortamiento de miembro derecho, limitación de la extensión de la rodilla, gonalgia y artrosis postraumática de rodilla, secuela postrombótica y cojera que suponen un 'grave perjuicio estético'.
