El trabajo de investigadores catalanes puede tener aplicaciones biomédicas e industriales

Crean un sistema celular vivo capaz de adoptar decisiones

Seis de los investigadores de la Pompeu Fabra que han creado el sistema celular. (Foto: Archivo)
Un grupo de investigadores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona creó un sistema celular vivo capaz de interpretar y tomar decisiones complejas según patrones previamente determinados y programados, lo que podría tener aplicaciones industriales y biomédicas.
Según un estudio publicado en la revista 'Nature', este grupo de científicos, liderados por Ricard Solé y Francesc Posas, logró demostrar que, mediante múltiples combinaciones de células modificadas con ingeniería genética, se pueden conseguir sistemas biológicos con capacidad de decisión según criterios predefinidos. Este trabajo significa, según sus autores, un importante avance en el campo de la biología sintética, disciplina científica que persigue la creación o modificación de microorganismos a la carta con el objetivo de que hagan algo que de manera normal no harían.

Hasta ahora, las investigaciones habían ido encaminadas a la creación de células que pudieran tomar de manera individual decisiones muy complicadas, lo que se ha demostrado difícil, de ahí que este equipo de científicos decidiera construir un conjunto de células mucho más sencillas pero que se comunicaran entre ellas. Se trata de un conjunto de células que 'hablan entre sí, que colaboran como un equipo y que, al final, pueden tomar decisiones mucho más complejas que si lo hicieran de manera individual', según explicó el director de la Unidad de Señalización Celular, Francesc Posas, de la citada universidad.


PRODUCIR HORMONAS

La idea, continuó este investigador, es que un experto pueda programar las células y que éstas hagan algo que pueda ser de interés. En este sentido, el funcionamiento, si bien más sencillo, es como el de un ordenador: 'Un microorganismo toma decisiones de manera autónoma pero basándose en instrucciones previas, programadas'.

Posas y Ricard Solé señalaron que las posibilidades de este hallazgo son enormes. Así, en un futuro, si bien hay que seguir investigando, estos sistemas celulares vivos podrían tener aplicaciones industriales o biomédicas. En cuanto a las aplicaciones biomédicas, Posas detalló que el cuerpo humano depende del balance de un conjunto de factores que deben estar en equilibrio, por ejemplo la glucosa e insulina. En este sentido, para explicar la aplicación de esta nueva técnica, el investigador catalán describió una hipótesis: existe una persona con una deficiencia o problema médico por la falta de la producción de una hormona determinada y este sistema celular vivo está programado justamente para producir esa hormona, y lo hace.

'La potencialidad es muy grande, pero este trabajo sólo demuestra que se puede hacer', remachó Posas, quien, no obstante, recordó que hace 50 ó 60 años en el mundo de la electrónica aparecieron los primeros circuitos y todo el mundo se preguntaba para qué iban a servir, y ahora es raro que un hogar no esté lleno. Precisamente, en la electrónica, la conexión se consigue mediante cables que transmiten la electricidad entre elementos separados en el espacio, cosa que no se podía reproducir en un sistema vivo.

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