La escasez de recursos es causa de nerviosismo, de ansiedad o de la falta de deseo sexual

La crisis afecta al ánimo, el sexo y las relaciones sociales

Un grupo de parados hace cola frente a una oficina de empleo de Bilbao. (Foto: LUIS TEJIDO)
Más allá de los grandes indicadores económicos, la actual crisis económica afecta y mucho a las personas, que durante los últimos años percibieron cómo se deterioraba su estado anímico, su sexualidad o sus relaciones sociales. Así se refleja en un estudio, que se presentó ayer en el Colegio Cardenal Cisneros de Madrid (adscrito a la Universidad de Alcalá de Henares), realizado por un equipo de expertos dirigido por el psicólogo Isidro Pérez Hidalgo.
La iniciativa del estudio surgió, según explicaron sus promotores, cuando en 2008 comenzaron a advertir que los cambios de la economía estaban introduciendo en los pacientes que acudían a las consultas psicológicas pautas de conducta nuevas y alteraciones anímicas que estaban conectadas con la crisis. Los propios autores del estudio observaron que el estudio se realizó entre personas que se pueden permitir pagar unos 200 euros al mes por la asistencia psicológica, y por lo tanto apuntaron la posibilidad de que la crisis afecta más a otras personas que carecen de los recursos económicos necesarios para costearse este tipo de terapias.


BAJO ESTADO ANÍMICO

Entre los pacientes que voluntariamente se sometieron a este estudio, los psicólogos verificaron que en cerca del 50 por ciento de ellos el estado anímico bajó como consecuencia de la crisis, y también que aumentaron los cuadros de nerviosismo y ansiedad. El estudio concluye que también se detectó un aumento del pensamiento obsesivo, que se caracteriza por el carácter forzado y que está relacionado con la depresión e inseguridad personal, y lo achacan también a las dificultades económicas.

Respecto a las relaciones sexuales, los expertos advirtieron que una sexualidad satisfactoria requiere un equilibrio psicológico también satisfactorio, y que la ansiedad y la depresión interfieren en esas relaciones. Esas interferencias se producen en las diferentes fases del sexo, ya que empieza por el deseo, que disminuye como consecuencia de esos estados anímicos, y termina en la respuesta, tanto de hombres como de mujeres.

Los psicólogos comprobaron también que la crisis económica, y sobre todo la disminución de los recursos, provocó un deterioro de las relaciones sociales, ya que las personas hacen menos salidas, viajes o celebraciones.

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