Durante este año serán cerca de 200.000 los españoles que harán algún curso fuera del país

La crisis aumenta el interés por el aprendizaje de idiomas

Un grupo de alumnos de idiomas, al finalizar una clase de inglés en Irlanda.
Cerca de 200.000 españoles saldrán este año al extranjero para hacer un curso de idiomas, 50.000 más que el año pasado, según cálculos de la Asociación Española de Promotores de Cursos de Idiomas en el Extranjero (Aseproce).
De hecho, el aumento de la demanda de cursos de idiomas en el extranjero es tal que muchos de los alumnos que quieran realizar un año escolar en los Estados Unidos no conseguirán plaza, ya que la oferta es bastante más reducida.

El presidente de la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce), Juan Manuel Elizalde, que aglutina a la mitad de las empresas del sector, explicó ayer que este que este 'boom' por los idiomas se debe a la crisis y al paro, 'que nos están obligando a mejorar la formación'. 'Si hace unos años dominar el inglés era un valor añadido, hoy es una obligación, porque no saber este u otro idioma es un demérito que te convierte en un analfabeto funcional', explica. 'Hay gente que ha hecho los deberes en los últimos años y está trabajando en un tercer idioma, pero la asignatura pendiente de los españoles sigue siendo el inglés'.

Prueba de ello es la gran afluencia de público que está registrando la IX Edición del Salón de los Idiomas, una feria organizada por Aseproce que ayer se clausuró en Madrid y que volverá a repetirse en Barcelona a partir del 22 de marzo.


PERFIL Y PAÍSES

Entre los que cursan idiomas en el extranjero hay tres tipos de perfil: 'el del niño, porque sus padres tienen claro que debe saber inglés para acceder al mercado laboral; el de los universitarios que están a punto de acabar sus estudios y ven que sin el inglés no van a poder conseguir un puesto de trabajo; y el de los adultos de más de 30 años que por necesidades de trabajo debe aprender el idioma'.

Reino Unido e Irlanda siguen siendo los países más demandados para estancias cortas, y Canadá y Estados Unidos las opciones preferidas entre los que ya han salido fuera alguna vez y que cuentan con más tiempo. No obstante, apunta Elizalde, están emergiendo destinos nuevos como Australia, Nueva Zelanda, Malta o Sudáfrica.

El coste de un programa depende del contenido porque el curso puede tener 15 clases, 20 o 30 que pueden ser de 45, 50 o 60 minutos, lo que varía mucho el precio, 'por eso es importante comparar con más de una empresa', aconseja.

No obstante, por término medio, un curso con una duración de cuatro semanas para adultos con cuatro clases diarias y alojamiento oscila entre los 2.000 y los 2.200, según el destino, sin incluir el vuelo. En el caso de los niños hay paquetes cerrados; un programa en Irlanda o Inglaterra ronda los 2.800 o 3.000 euros, y a los Estados Unidos puede subir a 3.500 o 4.000 euros.

Te puede interesar
Más en Sociedad