El 70% de las familias que acuden a Cruz Roja para solicitar ayuda no puede garantizar la alimentación saludable que sus hijos necesitan a causa de la situación que atraviesan por la crisis económica y, de hecho, el 33% no tiene ningún tipo de ingreso.
El dato, según un estudio realizado en Cataluña y extrapolado a nivel estatal, lo ofreció ayer el coordinador general de Cruz Roja, Antoni Bruel, en la presentación del informe 2011-2012 sobre Vulnerabilidad Social, que analiza la situación de las 2.122.470 personas atendidas en 2011, una cifra que ha aumentado un 163 por ciento desde 2008. En 2012 se atendió a 2.390.819 personas, mientras que en 2008 fueron 909.800.
El 55,6% de los usuarios es mujer y la edad media se sitúa en los 52 años. Además, el 45 por ciento es español, el 49 vive en pareja, el 43,2 tiene estudios secundarios y el 8,3% es universitario, datos que constatan que el perfil de las personas necesitadas ha cambiado.
La crisis está agravando la situación en la que viven los ciudadanos al aumentar de 'forma exponencial' el número de personas que no puede cubrir ni siquiera sus necesidades básicas, econtrándose el ocho por ciento (164.709 personas) en situación de exclusión social. En 2012 las personas en esta situación aumentaron a 190.000, siempre con datos provisionales de ese año, de las que 30.000 viven en la calle o en asentamientos. Si en 2010 el número de personas que acudía a Cruz Roja para recibir alimentos era de 691.558, en 2011 fueron 917.988 y en 2012, también con datos provisionales, la cifra se situó en 1.030.971.
SITUACIÓN DE DESEMPLEO
El 71,32% de la población activa atendida se encuentra desempleada: la mayoría son hombres (55%), muchos de los cuales trabajaban en la construcción y, además, las mujeres son más 'adaptables' a la hora de buscar un empleo. En cuanto a los inmigrantes atendidos, el 73% no tiene trabajo y el 67% niveles de riesgo alto a extremo.
El 6,2% de los niños atendidos está en situación de exclusión social. Son las familias numerosas y las monoparentales, que en un 66,8% están encabezadas por mujeres, aunque se incrementan por primera vez las monoparentales encabezadas por hombres (33,2%). También aumentaron las personas mayores con dependientes a su cargo (49%) y familias numerosas (el 12%). El hecho de que los mayores están soportando nuevas cargas familiares bien porque sus hijos regresen o porque lo hagan sus nietos provoca que éstos cada vez tengan menos poder adquisitivo.
El 55,6% de los usuarios es mujer y la edad media se sitúa en los 52 años. Además, el 45 por ciento es español, el 49 vive en pareja, el 43,2 tiene estudios secundarios y el 8,3% es universitario, datos que constatan que el perfil de las personas necesitadas ha cambiado.
La crisis está agravando la situación en la que viven los ciudadanos al aumentar de 'forma exponencial' el número de personas que no puede cubrir ni siquiera sus necesidades básicas, econtrándose el ocho por ciento (164.709 personas) en situación de exclusión social. En 2012 las personas en esta situación aumentaron a 190.000, siempre con datos provisionales de ese año, de las que 30.000 viven en la calle o en asentamientos. Si en 2010 el número de personas que acudía a Cruz Roja para recibir alimentos era de 691.558, en 2011 fueron 917.988 y en 2012, también con datos provisionales, la cifra se situó en 1.030.971.
SITUACIÓN DE DESEMPLEO
El 71,32% de la población activa atendida se encuentra desempleada: la mayoría son hombres (55%), muchos de los cuales trabajaban en la construcción y, además, las mujeres son más 'adaptables' a la hora de buscar un empleo. En cuanto a los inmigrantes atendidos, el 73% no tiene trabajo y el 67% niveles de riesgo alto a extremo.
El 6,2% de los niños atendidos está en situación de exclusión social. Son las familias numerosas y las monoparentales, que en un 66,8% están encabezadas por mujeres, aunque se incrementan por primera vez las monoparentales encabezadas por hombres (33,2%). También aumentaron las personas mayores con dependientes a su cargo (49%) y familias numerosas (el 12%). El hecho de que los mayores están soportando nuevas cargas familiares bien porque sus hijos regresen o porque lo hagan sus nietos provoca que éstos cada vez tengan menos poder adquisitivo.
