El presentador y actor Santi Millán se hacía viral recientemente por una violación de su intimidad. Las redes sociales difundieron un vídeo en el que aparecía manteniendo relaciones sexuales con una mujer que no es su esposa. Tras esto, en las redes sociales se han producido debates sobre fidelidad y relaciones. Pero el propio afectado y su pareja han puesto el foco en que se trata de un delito contra la intimidad personal.
Fruto de esta polémica, el Observatorio Español de Internet ha difundido un comunicado en el que aborda los delitos sexuales en internet más comunes. Entre ellos, el grooming, el revenge porn, el sex phishing, el camfecting o la ciberextorsión a través de medios telemáticos.
Las "pornovenganzas" son acciones delictivas que comprometen a la expareja del delincuente. Constituyen una modalidad de ciberviolencia de género. Asimismo, el "intrusismo informático", es decir, la sustracción de vídeos grabados en el teléfono móvil dela víctima con el objetivo de exigir un pago o algún tipo de recompensa.
La esfera judicial se enfrenta cada vez a más prácticas de este tipo: en Barcelona la fiscalía pidió 3 años de cárcel para un cabo de la Guardia Urbana acusado de difundir imágenes sexuales de su expareja. En Málaga un menor de edad fue detenido por publicar imágenes de su exnovia desnuda y en Vigo un hombre se enfrenta a 4 años de prisión y 3.000 euros de multa por colgar imágenes de su exnovia. A nivel internacional Paris Hilton, Collin Farrell, Selena Gómez son solo algunas de las victimas entre las que no faltan conocidos futbolistas y cantantes de notable presencia.
Otros más desconocidos como el "camfecting" también son habituales. Esto es, una práctica mediante la cual el delincuente afecta el dispositivo de la víctima para tener la capacidad de activar su cámara de manera remota con el objetivo de registrar imágenes sexuales.
Facebook se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de la lucha contra las pornovenganzas. Zuckerberg ha impulsado un diálogo con más de 150 entidades de todo el mundo articulando la creación de un equipo dedicado a evitar el revenge porn. Con ayuda de revisores y moderadores se detectan estas imágenes y se bloquea la cuenta de su titular; una vez hecho esto se registra la imagen para que no pueda volver a ser subida desde ninguna otra cuenta.
