El Ayuntamiento de Madrid ha abierto un expediente sancionador a los organizadores de las fiestas del Orgullo Gay 2010 en el barrio de Chueca por el ruido de la música, a instancias de una denuncia interpuesta por la asociación de vecinos del barrio, según confirmó una portavoz del Área de Medio Ambiente.
El presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Toni Poveda, aseguró que los miembros de este colectivo están 'indignados' y 'desolados', pues la multa que les piden es de 35.000 euros. Poveda explicó que han solicitado una reunión urgente con el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y acusó a la delegada municipal de Medio Ambiente, Ana Botella, de 'homofobia' y de 'llevar años intentando cargarse las fiestas del Orgullo'. Medio Ambiente replicó que la denuncia proviene de los vecinos y que la administración lo único que hace es 'tramitar' el expediente, igual que hizo recientemente con otra por el ruido de 'Cortylandia'.
El expediente se tramita contra las entidades que explotan mercantilmente las fiestas de Chueca: la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), junto con el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) y la Asociación de Empresarios Gays y Lesbianas. El presidente de la FELGTB sostiene que precisamente en 2010 hicieron su 'mayor esfuerzo por contar con los vecinos y reducir de forma drástica el ruido, algo que no hace ninguna otra organizadora de fiestas en Madrid'. Además, se mostró convencido de que la denuncia 'no responde al sentir de los vecinos porque saben que se han convertido en las fiestas más importantes de Madrid'.
El expediente se tramita contra las entidades que explotan mercantilmente las fiestas de Chueca: la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), junto con el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) y la Asociación de Empresarios Gays y Lesbianas. El presidente de la FELGTB sostiene que precisamente en 2010 hicieron su 'mayor esfuerzo por contar con los vecinos y reducir de forma drástica el ruido, algo que no hace ninguna otra organizadora de fiestas en Madrid'. Además, se mostró convencido de que la denuncia 'no responde al sentir de los vecinos porque saben que se han convertido en las fiestas más importantes de Madrid'.
