ANIVERSARIO

Francisco cumple un año como “la cara amable" de la Iglesia

El papa Francisco bromea con una mujer las pasadas navidades
photo_camera El papa Francisco bromea con una mujer las pasadas navidades

El pontífice argentino marca un antes y un después entre los católicos gracias a su personalidad.

Jorge Bergoglio llegó al Vaticano con la fuerza de un ciclón y a un año del inicio de su pontificado el "efecto Francisco" no deja indiferente a nadie, pero muchos se preguntan si este extraordinario comunicador será capaz de terminar la necesaria reforma de la Iglesia y de la curia romana.

Le llamaron de todo: "revolución sonriente, soplo de aire fresco, imprevisible, auténtico, espontáneo...". Para el jesuita Gabino Uríbarri, decano de la facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas, los gestos del papa "dan credibilidad" a su persona: viaja en autobús con los cardenales, se mezcla con las masas y paga la cuenta de su hotel como cualquier otro mortal.

Su estilo "sencillo y a la vez profundo" también ha cautivado al secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, quien aseguraba ayer que Bergoglio "ha despertado una renovada esperanza" en la Iglesia católica, ahora "más abierta y acogedora".

¿Cómo consigue que el mensaje llegue tan bien a la opinión pública? Los datos son espectaculares, tras un año de pontificado, Francisco ya cuenta con más de doce millones de seguidores en Twitter y es el líder con mayor eco en las redes sociales (6.637 retuits de media), por encima de Barack Obama.



EL "EFECTO FRANCISCO"

Los españoles tampoco se libran del "efecto Francisco". El número de católicos practicantes creció más de un 2 % desde que Bergoglio es papa. El director de la revista Ecclesia, Jesús de las Heras, destaca su "triple lenguaje bien armonizado: gestos, palabras y hechos".

Jesuita, argentino y austero, Bergoglio se enfrenta a un gran reto, poner orden en la curia y renovar las estructuras eclesiásticas.

Sin embargo, los sectores más críticos denuncian unos dogmas "recalcitrantes y obsoletos" que no variaron ni un ápice. Según el presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, la actitud del papa es "populista con aires peronistas" y su práctica es "más de lo mismo", porque "todo sigue igual y no ha hecho nada para cambiarlo".

La "jerarquización patriarcal de la Iglesia" es algo difícil de alterar, así como las férreas posturas en torno a temas como el aborto o el matrimonio gay, algo que aleja a los líderes religiosos de buena parte de sus fieles, agrega Delgado.

Aún así, este papa será recordado por una de sus frases estrella: "Si un homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios, quién soy yo para juzgarlo...".

¿Es posible un acercamiento? Uríbarri cree que el argentino nunca aprobará prácticas abortivas o de carácter homosexual. De las Heras recuerda sus palabras para explicar que lo primero es la persona. "La Iglesia es un hospital de campaña: cuando llega un herido, lo que menos importa es si es blanco, negro, rubio o pelirrojo".

A ojos de Itziar Vegas, católica practicante, Bergoglio "quizá no es tan erudito como Benedicto XVI" pero tiene la capacidad de mostrar el cristianismo de forma muy atractiva. La prueba está en que "muchas personas no creyentes aman a este papa".

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