La India sucumbe a los rigores del bisturí para multiplicar su belleza

Conseguir una nariz perfecta o deshacerse del exceso de grasa acumulada a punta de bisturí es cada vez más frecuente en la India, donde el desarrollo de la medicina, el incremento del poder adquisitivo y un creciente culto a la imagen favorecen el aumento de las intervenciones de cirugía plástica.
'No hay un registro de intervenciones quirúrgicas en la India. Pero calculamos que la cirugía plástica ha crecido entre un 25 y un 35 por ciento anual en los últimos ocho años', dijo el presidente de la Confederación Internacional de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética de la India (IPRAS), Rajeev B. Ahuja.

Según el experto, pasar por el quirófano para mejorar la imagen está ganando popularidad gracias al paulatino incremento del poder adquisitivo y especialmente al desarrollo de las prácticas médicas que permiten al paciente someterse a cirugía sin tener que desplazarse al extranjero.

'Si tuvieran que ir a Suiza ... Pero todo esta disponible aquí. Hay buenos cirujanos, buenas prácticas médicas, la cirugía en la India es buena', razonó.

Para Ahuja la mejor prueba de las garantías de operarse en el gigante asiático es que se está registrando un incipiente turismo de salud con pacientes procedentes de Europa, países del Golfo Pérsico y EEUU que se someten a injertos de cabello, rinoplastias o liposucciones con la esperanza de regresar a sus países con una imagen envidiable.

Y, a pesar de la brecha cultural entre oriente y occidente, el canon de belleza tiende a la convergencia en todo el mundo.

La operación estrella en la India es la rinoplastia, seguida de la liposucción y en tercer lugar las operaciones de aumento de pecho, patrón similar al de muchos países occidentales: el objetivo es 'parecer más joven', según el experto.

Tampoco hay muchas sorpresas en la distribución por sexos, la amplia mayoría de las pacientes, aproximadamente un 65 por ciento, son mujeres.

'Estoy segura de que es así en todo el mundo y la India no es una excepción. Hay presión social para que las mujeres tengan buen aspecto. Se ha creado un estándar de belleza en el que se deben tener determinadas medidas de pecho, de abdomen, de cintura...', dijo a Efe directora de la ONG de defensa de los derechos de la mujer 'Centre for Social Research' (CSR), Ranjana Kumari.

En su opinión, la India tenía un canon de belleza genuino marcado por la sensualidad y el erotismo visible en los altos relieves de los célebres templos dedicados al Kama Sutra, en la ciudad de Khajuraho, que ha quedado eclipsado por las tendencias importadas de otros países.

'Es un exceso. Cada mujer, cada ser humano es diferente y especial, no sé por qué todas las chicas tienen que ser iguales. En la naturaleza hay diversidad', concluyó la activista, que considera que los medios contribuyen negativamente a la difusión de un único patrón de belleza.

El responsable de IPRAS reconoce que un 15 por ciento de los pacientes que acuden a las consultas quiere parecerse a alguno de los ídolos que ven en la televisión y aseguró que en este caso es imprescindible un buen asesoramiento para explicarles que eso no es posible.

'Los cirujanos plásticos tienen que ser también psicólogos, si no se hace ese trabajo se corre el riesgo de fracasar. El paciente albergará expectativas que no se cumplirán', dijo.

El personal del ramo se enfrenta al reto de discernir entre aquellas personas que quieren mejorar su aspecto de los que padecen algún trastorno psicopatológico.

'Entre el 7 y el 10 por ciento de los pacientes que acuden a las consultas presentan Trastorno dismórfico corporal. Son personas que se sienten insatisfechas con su cuerpo por distintos motivos, que acarrean otro tipo de problemas personales y para los que no se recomienda la cirugía sino la consulta psicológica', declaró.

El trastorno, que se identifica por la obsesión de alguien por alguna parte de su cuerpo con independencia de que exista un defecto que lo justifique, será uno de los temas que se abordarán en el decimoquinto congreso internacional de cirugía plástica de IPRAS, que este año se celebra a partir de hoy y hasta el 3 de diciembre en Nueva Delhi.

En esa cita, expertos de todo el mundo intentarán descubrir por qué a veces la natural inclinación por la belleza desemboca en una cruda batalla por una meta inalcanzable: la perfección física.

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