Inmigrantes en el ‘limbo’ jurídico

Un grupo de 63 inmigrantes de Bangladesh viven actualmente en Melilla en una especie de ‘limbo’ jurídico, que no les permite buscar su futuro en España ni tampoco regresar a su país, porque allí no se les reclama.
Esta situación, que cada fin de semana ponen de manifiesto en una céntrica plaza melillense donde se reúnen, está causando cierta ‘desesperación’ en este colectivo que lleva más de tres años y medio en la ciudad autónoma.

Ellos han visto salir del Centro de Estancia Temporal (CETI) a muchos inmigrantes que sí han conseguido la vía para llegar a la península, algo que les origina ‘un desamparo psicológico’.

Así lo ha asegurado Miguel Zamorano, miembro de una ONG que les acompaña en sus reivindicaciones y que, junto a otros compañeros, les brinda el apoyo que necesitan.

Según explica, no es comprensible la situación que viven, ya que la legislación vigente sólo permite su estancia en el CETI durante seis meses, prorrogables otros seis, y en cambio ellos llevan más de tres años y medio.

Miguel Zamorano asegura que existe un ‘limbo legal’ en este asunto que debe ser resuelto ante la situación de desamparo en la que se encuentran, ya que, a pesar de que en el CETI tienen comida y cama, ésa no es la solución.

Babluz es uno de esos 63 bengalíes que reclaman una salida. El, al igual que sus compañeros, ha abandonado todo en su país para poder labrar un futuro para él y para la familia que dejó a miles de kilómetros.

Ha tardado en llegar a Melilla alrededor de tres años, un largo y duro recorrido que le ha obligado a cruzar montañas y desiertos hasta alcanzar el primer punto de Europa, la ciudad española en el Norte de Africa.

Sin embargo, para Babluz y el resto de sus compañeros, la solución pasa por viajar a la península, donde consideran que pueden tener más posibilidades de trabajar.

Actualmente, conviven sin ningún tipo de problema con la sociedad melillense y se buscan la forma de ganar algo de dinero con el que llamar a sus familias limpiando o vigilando coches en la calle.

La situación, argumentan, es compleja y a veces incomprensible, ya que no entienden que se les permita quedarse en Melilla, que es España, y sin embargo no puedan viajar a otro punto del país.

Los 63 bengalíes piden que se tenga en cuenta su especial situación, tras casi siete años lejos de su país, tres de recorrido y otros tres de estancia en territorio español.

De momento, han conseguido el compromiso y el apoyo del PP melillense, cuyo diputado, Antonio Gutiérrez, ya ha anunciado que preguntará al Gobierno en el Congreso por el estado de estos inmigrantes.

Mientras tanto, seguirán reuniéndose cada fin de semana en la Plaza Menéndez Pelayo, donde con sus pancartas y sus cánticos quieren que su situación no se olvide.

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