La plataforma EGO expuso en la pasarela de Madrid propuestas innovadoras y a veces confusas

Los jóvenes diseñadores ponen el broche a la 'Fashion Week'

Propuesta de la firma Howl (Foto: J.J. GUILLÉN)
La plataforma de los jóvenes diseñadores, EGO, fue la encargada de echar el cierre a la Mercedes-Benz FashionWeek Madrid, este año convertida en un ecléctico muestrario de estilos, en los que destacó el rotundo clasicismo de Manémané. La pasarela que aupara a creadores como Moisés Nieto y Roberto Etxeberría, dos de los desfiles más destacados del jueves incluidos ahora en el calendario de consagrados, puso en la tarde de ayer un broche joven y experimental a la 57 edición de la cita madrileña con la moda.
Dentro de propuestas innovadoras y a veces confusas, el clasicismo de Manémané, nombre comercial de Miguel Becer, fue de lo que más convenció, gracias a su apuesta de armario para una mujer sin estridencias, con líneas sencillas, y un patrón 'que no es andrógino, pero que tiene un punto', señaló.La influencia del veterano Ángel Schlesser, con quien trabajó, se refleja por ejemplo en la utilización del cuero, que tiene un protagonismo especial junto a los paños de lana y la seda.

'Para mí, el riesgo está en el estilismo, en la combinación de unas prendas con otras', indicó el diseñador, que apuesta por propuestas compuestas de prendas básicas, muy bien mezcladas, en una colección ponible y juvenil con siluetas masculinas y sobrias. Tras iniciar el pase con diseños muy veraniegos, en blanco, algo ingenuos, con cortes infantiles y amplios pliegues que recorren las prendas de arriba a abajo, apostó por atractivos vestidos en seda escocesa de tonos verdes y azules, chaquetas tipo trenca en vistosos rojos y cálidos terciopelos para los momentos más arreglados.

En el polo opuesto estuvo su compañera de desfile, Ana Pérez Valdés, con modelos para la firma Valdnad, que presentó una colección difícil e inspirada en 'la magia, los mitos modernos y en las supersticiones'.

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