VIDA OURENSANA

La fuerte caña

Crece formando masas compactas en bordes de caminos o riberas de ríos

La caña común, cañabrava, cañavera, cañizo o simplemente caña, conocida científicamente con el nombre de Arundo donax y en gallego como cana, canaveira, canivela o xunco xigante, es una planta herbácea perenne de gran porte, de origen asiática y distribuida por toda la cuenca mediterránea, norte de África y América tropical y subtropical. Pertenece a la familia de las Poáceas o Gramíneas, siendo una de las especies más grandes de todas ellas. Viene denominada también con el nombre de falso bambú, por su cierta semejanza con esta especie.

Etimológicamente, su nombre genérico arundo, proveniente del latín, significa “caña” y es el término con el que la denominaban los romanos; el epíteto griego donax que es sinónimo de arundo y significa también “caña”, fue utilizado ya en el siglo I por Dioscórides.

Poseen rizomas subterráneos reptantes, gruesos, nudosos, duros y muy ramificados de los que surgen las raíces que pueden alcanzar hasta el medio metro. Sus tallos o cañas, erectos, leñosos, huecos, gruesos y estructurados en nudos, puede alcanzar hasta más de seis metros de altura. Sus hojas son largas, alternas, lanceoladas, terminadas en punta, con unas lígulas membranosas y unas vainas envolventes tallo, de color verde, brillantes por la parte superior y azuladas por la parte inferior. Sus flores se presentan en un denso penacho formado por espiguillas de color violáceo o amarillento, que recuerda los plumachos de la Cortaderia selloana o “hierba de la pampa”. Cada espiguilla tiene tres flores. Florece a finales de verano y durante el otoño, al final del segundo año o en los años sucesivos. El fruto es seco e indehiscente. Crece formando masas compactas en bordes de caminos, riberas de ríos, bordes de regadíos y acequias, y en general, en terrenos con cierto grado de humedad, rebrotando con facilidad y llegando a colonizar marismas litorales. Muchas especies de aves anidan en estos cañaverales.

Se utilizó desde la antigüedad para la fabricación de instrumentos musicales de viento tales como la “flauta de Pan”, nombre proveniente de su asociación con el dios de los pastores y rebaños de la mitología griega, Pan. También para hacer el “siku”, especie de flauta de Pan típica del folklore andino, formadas por diez o más cañas de diversas longitudes atadas o pegadas entre sí. Se sigue usando para la fabricación de clarinetes, fagots u oboes. Se cultivó para la confección de cestos y para diversos usos agrícolas como la construcción de empalizadas y setos, para el emparrado de las viñas y para soporte de diversos tipos de cultivos de tallos débiles. Incluso se empleó para construir cañizos o cabañas, techados protectores del sol o cortavientos en las playas. El abandono progresivo de las tierras agrícolas y de esas prácticas de labor ha provocado su desuso, favoreciendo así su proliferación invasora descontrolada. Recientemente se le ha reconocido su importancia como especie de alto interés energético, ya que al producir gran cantidad de biomasa puede ser utilizada industrialmente como combustible; también para la fabricación de celulosa. No obstante, esta gran biomasa constituye un factor de riesgo de incendios. Si bien sus raíces actúan como fitodepurador absorbiendo la contaminación orgánica y los metales pesados del agua es, al mismo tiempo, responsable de la reducción de los recursos hídricos y de la disminución de la capacidad de desagüe de los ríos, taponando sus cauces con sus sedimentos y generando graves efectos negativos para la biodiversidad. Motivos todos por los que está incluida en la lista de las especies exóticas más invasoras del planeta En Galicia se ha naturalizado en todas las comarcas con clima atlántico, constituyendo una amenaza para las especies autóctonas, tanto de la flora como de la fauna.

En la medicina tradicional se ha usado la cocción de sus rizomas como diurético. También para disminuir la producción de leche materna. Por via externa se utilizó para evitar la caída del cabello. Siempre ha de ser empleada con la debida precaución, ya que en exceso puede causar hipotensión y depresión respiratoria.

En documentos antiguos del Monasterio Cisterciense de Santa María de Oseira se hace referencia al topónimo “canavale” en relación al “canaval” de Sober, en la Ribeira Sacra de Lugo, lo que podría indicar un asentamiento muy antiguo de la caña en algunas zonas de Galicia. No obstante, la primera cita explícita que tenemos de esta especie data del mil ochocientos veinte.

La caña aparece citada en las Sagradas Escrituras , tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. El capítulo 40 del libro de Ezequiel refiere que los hebreos medían con una caña. Y algunos autores concluyen que la caña común es la que viene citada en del capítulo 27 del evangelio de Mateo cuando al hablar de la crucifixión de Jesucristo dice: En seguida, unos e ellos corrió a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, poniéndola en la punta de una caña, le dio de beber.

Te puede interesar