Chikilicuatre se despide de todos sus seguidores en el programa que le vio nacer

Luto en el mundo de la música 'freak'

Rodolfo Chikilicuatre.
El genuino cantante Rodolfo Chikilicuatre se despidió ayer de todos sus fans, escenificando la simbólica muerte del mito, aunque dejando las puertas abiertas a seguir componiendo temas singulares. De hecho, el insólito artista adelantó que su nuevo trabajo se llamaría 'El Chaka Chaka'
Rodolfo Chikilicuatre, puesto 16 en la última edición de Eurovisión y fenómeno mediático del momento, abandonaba, de este modo, el programa que le vio nacer, Buenafuente.

El Chikilicuatre se lanzó a la fama a través no sólo del programa de La Sexta sino también a través de la red de internet, gracias a todo lo cual fue elegido para representar a España en Eurovisión, donde el pasado 24 de mayo alcanzó el puesto 16, justo en el medio de la lista de aspirantes.

Todo había comenzado como una broma de la cadena de televisión La Sexta y, en concreto, del programa de Andreu Buenafuente a principios de febrero, cuando sus guionistas lo parieron como un personaje que presumía de haber inventado una guitarra ‘vibrador’.

A partir de ahí el negocio fue creciendo de la mano de Buenafuente y de sus diez guionistas, los verdaderos artífices de la canción ‘Baila el chiki-chiki’, según han confirmado fuentes cercanas a El Terrat, productora del programa de La Sexta.

Pocos entonces intuían la rápida y exitosa progresión de Chikilicuatre, hasta que el pasado 16 de febrero, Televisión Española (TVE) y el portal de Internet MySpace deciden que fueran los internautas los que, en gran medida, eligieran al representante de España en el Festival de Eurovisión.

En total, más de 500 artistas, en su mayoría anónimos, se presentaron; diez fueron los elegidos, cinco en la red donde Chikilicuatre arrasa con cerca de 12.000 votos.

La maquinaria puesta en marcha por TVE y activada por el esperpéntico personaje consigue lo que desde hace muchos años no lograba Eurovisión: recuperar la expectación perdida, que media España se interese por el certamen.

El Chiki-chiki se extiende como una plaga, resuena en los móviles polifónicos, invade foros de Internet, al tiempo que levanta duras críticas entre los ‘eurofans’, entre ellos José Luis Uribarri, uno de sus máximos detractores al principio, porque, una vez elegido, se cambia la chaqueta y pasa a hacer campaña a favor, convencido de que ‘si Europa tiene sentido del humor, España ganará’.

En definitiva, a nadie deja indiferente el minuto y veinte segundos de ‘perrea perrea’, el ritmo ‘reggaeton’ que se baila ‘en la China y también en Alcorcón’, que ‘lo baila Rajoy, lo baila Hugo Chávez, lo baila Zapatero’ y hasta una mulata ‘con las bragas en la mano’.

Pero sin duda, buena parte del éxito de tan inclasificable canción se debe a su estribillo, los cuatro pasos de este baile que pequeños y mayores tararean y gesticulan sin dudar: ‘uno, el 'breikindance'; dos, el 'crusaíto'; tres, el 'maiquelyason', y cuatro, el 'robocop'‘.

Tanta popularidad ha empujado a que Chikilicuatre sea el protagonista de la última campaña publicitaria de la ONCE, a que RTVE (Radio Televisión Española) distribuya a través de su portal los recortables para que los internautas puedan lucir, aunque sea de papel, las enormes gafas modelo pera del Chikilicuatre o su tupé, e incluso, a que la guitarra de juguete llegue a manos del Papa Benedicto XVI.

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