Marea roja y sus efectos

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Hace unos días, pasando unos días en la costa gallega, pudimos disfrutar de una puesta de sol literalmente increíble. Aprovechando el lugar y la compañía, la noche nos cayó encima y antes de recoger los bártulos pude vislumbrar una luz en las olas que golpeaban el arenal. 

Había oído hablar de esas luces y sabía que se debían a una especie de algas, pero nada más. Por suerte, una pieza importante de la compañía sabía perfectamente de lo que yo intuía y la despedida derivó en una clase magistral oceanográfica.

La clase comenzó con el término marea roja. Es un fenómeno que se produce en diferentes costas del mundo, pero hoy nos vamos a ubicar en las que nos atañen, que son las gallegas. La marea roja es una gran concentración de microalgas en la superficie del mar que tiñen de ese color (del rojo al marrón). El término técnico es Floración Algal Nociva, y hace referencia al aumento de la concentración de organismos microscópicos como las Diatomeas, los Dinoflagelados o los microciliatos. 

En las costas gallegas la mayor culpa de la marea roja se debe a un dinoflagelado llamado Noctiluca Scintillans, que aparece en los meses de más calor. La causa principal es el viento del sur, que da lugar a corrientes de entrada en las rías impidiendo que el agua se regenere. 

Por un lado, el viento del norte favorece el crecimiento del plancton por su ayuda a la llegada de agua oxigenada y nutritiva, y con cambio brusco por el viento del sur, la temperatura de la ría asciende y la reproducción de microorganismos se revoluciona. 

Es una proliferación de algas que no debería afectar (siempre que no haya grandes concentraciones) para que nos demos un chapuzón y no siempre provoca la toxicidad en los alimentos del mar, pero en muchos de los casos si que tiene consecuencias sobre el sector pesquero. Si la concentración es alta, lo primero es el cercado de la zona de pesca. Estos microorganismos son el alimento de la mayoría de los bivalvos gallegos y podrían hacer que el consumo de los mejillones y otros moluscos pudiera resultar peligrosa. 

Los marineros y lugareños conocen de sobra este fenómeno y popularmente es llamada como “purga de mar”. 

Volviendo a la causante de tales condiciones marinas, la Noctiluca, comúnmente conocida como chispa de mar, es un organismo bioluminiscente. Como la mayoría de los organismos bioluminiscentes, emiten brillo como resultado de una reacción química. 

El oxígeno oxida una proteína llamada luciferina y el ATP (Adenosín Trifosfato), proporciona energía para una reacción que produce agua y luz. La problemática de su concentración alta consiste básicamente en que excretan amoniaco al agua (como resultado de la actividad metabólica o como mecanismo para regular la flotación), por lo que los niveles de toxicidad de los bivalvos (filtradores incansables de agua y nutrientes) son lo que hacen peligroso su consumo. 

El instituto Tecnológico para o Control do Medio Mariño de Galicia, organismo dependiente de la Xunta de Galicia, se ocupa de hacer los controles periódicos para descubrir biotoxinas en los moluscos, vigilando la calidad de las aguas de cultivo como la calidad del propio marisco. 

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