La marihuana legal en EE.UU, entre el limbo y la expansión

Los votantes de Alaska y Oregón respaldaron la posesión, el cultivo y la venta a mayores de 21 años

La legalización de la marihuana en Estados Unidos se balancea entre el limbo de Washington D.C., donde el Congreso tendrá la última palabra sobre la iniciativa aprobada en las elecciones legislativas del martes, y la expansión del uso de esta droga con fines recreativos en los estados de Alaska y Oregón.

Los estados encargados de apretar el acelerador en este cambio de perspectiva fueron Washington y Colorado, que en noviembre de 2012 hablaron por primera vez de la posibilidad de crear un modelo regulado para producir, distribuir y vender marihuana.

En estas elecciones legislativas, otros estados de la costa oeste -Alaska y Oregón- recogieron el testigo y en un referéndum respaldaron con un 52 y un 55 % de los votos la posesión, el cultivo y la venta de marihuana a mayores de 21 años. Ahora hay que crear leyes para regular la nueva industria, que en 2016 ya podría estar lista para vender marihuana, según indicaron a Efe el portavoz del Proyecto Político de la Marihuana (MPP), Morgan Fox, y Nikolas Schiller, director de comunicación de "DC Cannabis Campaign".

La situación es diferente en el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital federal, Washington, y que, al no ser considerado un estado, no cuenta con representación en el Congreso y no puede decidir sobre su presupuesto, que siempre deben revisar los legisladores.

Según Schiller, la conocida como "Iniciativa 71", que recibió el respaldo del 64,7 % de los votantes, será ahora revisada por el nuevo Congreso republicano en un plazo de entre 30 y 60 días.

Preguntados sobre la posición de los republicanos, tradicionalmente más reticentes a la legalización de la marihuana, Shiller y Fox ponen de relieve los derechos civiles y la libertad individual que representan la iniciativa y que se corresponde con los valores de los conservadores. "Creo que los republicanos verán que un voto es un voto y no tratarán de inmiscuirse en el proceso democrático. No quedaría bien que Estados Unidos presuma de expandir la democracia en otros países y luego anule el voto popular que ha respaldado la legalización de la marihuana", subrayó Schiller.

Para mostrar que la legalización del cannabis no depende de colores políticos, Fox puso de ejemplo a Alaska, estado tradicionalmente conservador, en donde su grupo -el Proyecto Político de la Marihuana- impulsó con éxito la legalización de esta droga con la "Campaña para legalizar la marihuana como el alcohol". No obstante, ambos activistas esperan que algunos congresistas, como el republicano Andy Harris (Maryland), traten de impedir que la iniciativa entre en vigor mediante diferentes tácticas como el bloqueo del presupuesto que el Congreso debe de destinar a la capital.

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