La mejor defensa para el principal acusado

El contenido completo de la caja de edición especial por el 30 aniversario de “Main Offender”, de Keith Richards.
photo_camera El contenido completo de la caja de edición especial por el 30 aniversario de “Main Offender”, de Keith Richards.

Al igual que hace aproximadamente un año Keith Richards lanzó una excelente reedición de su primer disco en solitario con los Alcohólicos Millonarios, ‘Talk Is Cheap’, esta ha sido indudablemente la noticia de la semana en el mundo del rock y por tanto, entiendo que merece que esta semana volvamos a dedicar estos “Papeles de Rock” al jefe: la edición 30 aniversario del que fue el segundo disco de Keith Richards con los X-Pensive Winos en 1992, ‘Main Offender’, el próximo 18 de marzo.

De nuevo, se prepara un auténtico manjar musical, una delicatesen sonora para todos los fans de los Rolling Stones en general y del riff humano en particular. Esta nueva edición de ‘Main Offender’ es un box-set de edición limitada que incluirá una versión remasterizada del álbum en CD y LP, junto con un vinilo doble y un CD del concierto inédito ‘Winos Live in London ‘92’, grabado en los conciertos del Town & Country Club de Kentish Town de Londres los días 17 y 18 de diciembre de 1992. El pack contiene un libro encuadernado en cuero de 88 páginas que incluye fotos inéditas, reproducciones de letras escritas a mano por el propio Keith, carteles publicitarios del lanzamiento del álbum y una carpeta de archivos que contiene réplicas exactas de todos los materiales promocionales del disco y de la gira que le siguió. La reedición también está disponible en formato de dos CD, CD digipak, LP (negro o rojo de edición limitada) y soportes digitales. Ya está activa la preventa del disco en esta dirección: https://keithrichardsbmg.lnk.to/mo30PR

El álbum se lanzó originalmente en octubre de 1992, cuatro años después del debut en solitario del guitarrista de los Rolling Stones, ‘Talk Is Cheap’. ‘Main Offender’ no presentó cambios en la alineación de sus X-Pensive Winos: el batería Steve Jordan - quien recientemente se unió a los Stones en su ‘No Filter Tour 2021’- , el guitarrista Waddy Wachtel, el bajista Charles Drayton, el teclista Ivan Neville, la cantante Sarah Dash y los coristas Bernard Fowler y Babi Floyd.

Esta vez fue mucho más fácil”, explicó Keith Richards a la revista Rolling Stone, describiendo como fueron las sesiones de grabación de ‘Main Offender’. “Con ‘Talk Is Cheap’, simplemente pasamos de los ensayos al estudio sin transición alguna. Estábamos formando esta banda y todo iba cambiando a medida que seguíamos ensayando. Realmente no podría decir dónde terminó el ensayo y dónde empezó la grabación. Pero esta vez lo teníamos todo mucho más elaborado antes de entrar en el estudio. Preparamos todo el material entre marzo y abril, lo ensayamos a conciencia y después los grabamos en agosto en dos sesiones seguidas de diez días cada una. Mezclamos y entregamos el disco a Virgin en septiembre y me fui a Jamaica dos semanas”.

‘Main Offender’, en castellano y en la jerga judicial, el “principal acusado” – clara referencia a todas las apariciones de Richards como acusado por posesión de drogas en los juzgados de la corte de Marlborough Street en Londres en los años 60 y al “Toronto Affaire” de 1977- aunque obtuvo de manera prácticamente unánime críticas en la prensa musical, mucho mejores de hecho que las que recibió en su día ‘Talk Is Cheap’, sin ser ni mucho menos un fracaso comercial, lo cierto es que no igualó las ventas a nivel global de ‘Talk Is Cheap’, y les diré: hasta cierto punto, entiendo la razón. Como el propio Keith explica en las declaraciones antedichas acerca de cómo se gestó ‘Main Offender’, fue un disco más elaborado, más reposado, más trabajado en el tiempo, mientras que ‘Talk Is Cheap’ fue un latigazo, una ráfaga, un disco que transmitía ese nervio de una banda que esta naciendo, en la que todo está permitido y en la que además, los ensayos de local, entre chascarrillos, bromas, cigarrillos y tragos de bourbon se plasman de una manera muy fidedigna en sus microsurcos, y eso le dio a ‘Talk Is Cheap’ gran parte de la complicidad y por ende, el éxito que tuvo. Con ‘Main Offender’, simplemente, no pasó lo mismo.

Ahora bien, ‘Main Offender’, créanme, es un verdadero discazo cuya escucha es una auténtica gozada, también porque precisamente esa mayor elaboración que tuvo, esa compenetración que ya habían adquirido los X-Pensive Winos, hace de este trabajo un elenco de temas más sólidos, mejor producidos –el trío Wachtel-Richards-Jordan funcionó aquí tras la mesa de mezclas a la perfección- y también, por el tiempo que pudieron emplear en preparar este álbum, es mucho más variado estilísticamente que su predecesor. La sensación de bajo perfil de ‘Main Offender’ es probablemente un reflejo de que Richards estaba menos tenso cuando lo hizo. La grabación de este álbum coincidió con un período de relativa calma en su relación a menudo tormentosa con Mick Jagger.

¿Ejemplos? Tal vez el más significativo, el hecho de que en más de una ocasión, nos encontramos ante un verdadero juego de sillas musicales: Richards y los miembros de la banda intercambiaron instrumentos para aprovechar a los multiinstrumentistas de la banda. En el reggae “Words of Wonder” Keith se hace cargo del bajo en lugar de Drayton, quien se sube detrás de la batería de Jordan, quien a su vez toma una guitarra. En “Hate It When You Leave”, Richards es quien toca el teclado para liberar a Neville de su función, que es quien graba el bajo en esta canción.

¿Vamos a la parte más cruda y rockera de ‘Main Offender’? pues abróchense los cinturones de seguridad a la hora de escuchar “999”, puro Keith Richards en maremágnum rockero y guitarrero aunque convenientemente matizado por el piano de Neville. El riff humano hace honor a su apodo en “Wicked As It Seems”, pieza que muchos críticos musicales consideran un precedente más o menos lejano del “Love Is Strong” que abría el álbum de los Stones en 1994, ‘Voodoo Lounge’. “Runnin’ Too Deep” y “Will But You Won’t”, son otras dos canciones de pura esencia Keith Richards marcados por ese maravilloso riff que exhalan las cuerdas de su Telecaster. Y para despedida y cierre, “Demon”, que a pesar de su título, es una balada tierna y acústica que nos hace imaginar a Keith acunando y durmiendo a sus nietas. Como dijo Keith en 1997 al conocido periodista Pepe Navarro en su programa de televisión “La sonrisa del pelícano”, el Diablo también tiene sus días libres…

En fin… ¿qué decirles? Un lanzamiento que es una vez más, pura historia del rock contemporáneo y que muestra a una banda que en el caso de que no se hubiera firmado la paz tras la Tercera Guerra Mundial de los 80 en el seno de los Rolling Stones, nos habría dejado a una banda que conservaría su espíritu, su idiosincrasia y su legado. Cojones, corazón, cabeza… y abrazo, como saluda en directo Keith con sus puños a los fans que abarrotamos siempre los conciertos de los Stones.

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