Memphis Minnie: la reina desconocida del Chicago Blues

Memphis Minnie.
photo_camera Memphis Minnie.

Los “Papeles de Rock” de esta semana están dedicados a recordar la figura de Memphis Minnie, una mujer cuya trayectoria fue la propia de una auténtica heroína, superviviente y triunfadora en un mundo sórdido y hostil

Tal día como hoy hace 50 años, un 6 de agosto de 1973, olvidada y muy lejos del mundo en el que vivió intensamente, murió Elizabeth “Lizzie” Douglas, Memphis Minnie, en el asilo Jell Nursing Home a causa de un derrame cerebral a la edad de 76 años. Fue enterrada en el cementerio New Hope Baptist Church en Walls, Mississippi.

Me ha parecido muy pertinente aprovechando esta efeméride dedicar estos “Papeles de Rock” esta semana a recordar su figura porque en su caso, nos encontramos ante un caso más de una mujer cuya trayectoria fue la propia de una auténtica heroína, superviviente y triunfadora en un mundo sórdido, hostil y en el que compartía con otras heroínas como Billie Holiday, Big Mama Thornton o Sister Rosetta Tharpe, el hándicap en contra de ser mujeres y de raza negra. Con toda seguridad no tan conocida como las anteriormente citadas, Memphis Minnie fue un icono del blues que dejó una huella profunda e innegable en la música popular estadounidense e influyó en muchísimos músicos, siendo oportuno mencionar entre los más famosos nombres como los de Bonnie Raitt y Led Zeppelin.

Nacida el 3 de junio de 1897 -una géminis pura, como quien suscribe estas líneas- en Algiers, Louisiana, fue una pionera del uso de la guitarra eléctrica en el blues así como una prolífica compositora que escribió casi 200 canciones a lo largo de su carrera. Un extraño talento para su época que desafió las propias limitaciones del blues como estilo musical y superó las expectativas de género como una mujer autosuficiente que era a la vez femenina y agresiva en su actitud.

Ya desde niña demostró que tanto en su corazón como en su cabeza anidaba un espíritu rebelde. Consciente de que en la sociedad en la que le tocó vivir el único futuro para una mujer de su raza era casarse, ser criada doméstica en una casa de burgueses blancos, trabajar en los campos de algodón o en las cadenas de montaje de una fábrica, a los 13 años se escapó de casa y se dirigió a Memphis, donde comenzó a actuar en las esquinas de Beale Street cantando y tocando la guitarra o el banjo, instrumento que había aprendido de niña en muchas de las fiestas celebradas en el hogar familiar. Es conocido que en más de una ocasión tuvo que complementar sus ingresos ejerciendo la prostitución para poder pagar una habitación en una pensión y poder comer dos veces al día.

Hasta que no se casó con el músico de blues Joe McCoy en 1929 y ambos formaron pareja artística que llegó incluso a firmar un contrato discográfico, la biografía de Memphis Minnie desde su escapada hasta ese momento, como lógicamente tampoco puede ser de otra manera en una blueswoman, es poco conocida y se mueve de manera oscilante entre el mito y la realidad.

Se dice convencionalmente, aunque no existe prueba documental de ello, que entre 1916 y 1920 formó parte de las atracciones del Ringling Brothers Circus y que incluso en esas giras es donde adquirió el apelativo de “Kid Douglas”. Es verosímil tal posibilidad en tanto que las larguísimas giras de los circos y la dura vida a la que hay que acostumbrarse en ese mundo indudablemente dan a cualquier artista las tablas que años más tarde Minnie demostró tener.

Lo que en modo alguno es ningún mito es el hecho de que, como correspondía al carácter de una persona de fuertes convicciones y de una personalidad sólida, era una mujer dura, que sabía cuidar de sí misma y que nunca se dejó amedrentar estuviera en el ambiente en el que estuviera. Decía de ella el legendario bluesman Homesick James: “Mascaba tabaco todo el tiempo, incluso mientras cantaba o tocaba la guitarra, y siempre tenía una taza a mano en caso de que quisiera escupir”. Además, bebía bourbon con generosidad y sabía manejar bien en caso de apuros la navaja o el revólver.

Cuando comenzó a actuar con su marido “Kansas” Joe McCoy en 1929, fue cuando empezó a hacerse más popular. Grabó y editó lo que podríamos denominar como su primer “hit-single” en 1930, “Bumble Bee” y es donde usó por primera vez el nombre de Memphis Minnie. En esos años, para los músicos de blues, Chicago era la tierra prometida y Minnie y Joe no fueron una excepción. Se marcharon allí y en ese ambiente Minnie se hizo cada vez más popular. En Chicago, además de grabar muchos de sus temas más famosos - “My Butcher Man”, “Good Biscuits”, “Moanin’ the Blues” y la fascinante “When the Levee Breaks” que Led Zeppelin versionarían en 1971- demostró su destreza en los conocidos concursos de “corte de cabeza” en los que un músico de blues intentaba superar a otro en virtuosismo tocando y/o cantando. Minnie a menudo derrotó a los mejores de los mejores, incluidos Bill “Big” Bronzy y Tampa Red. De hecho, Bill “Big” Bronzy la llevó como su telonera en aquella época en muchas de sus giras.

En 1935 Kansas Joe, se dice que celoso por la popularidad que Minnie había logrado, muy superior a la suya, se divorció de ella. Poco después se casó con el músico Earnest Lawlers, alias “Little Joe Son” con quien también colaboró durante varios años y con quien se hizo famosa por empezar a usar la guitarra eléctrica. Mucho antes de que Bob Dylan escandalizase a los puristas del folk en el Festival de Newport de 1965 o de que Muddy Waters y Jimi Hendrix se conectaran, ella ya usaba las primeras guitarras eléctricas para poder ser escuchada por encima de las multitudes estridentes y ebrias de bourbon en sus conciertos. Su trabajo en este sentido se puede escuchar en una de sus más conocidas piezas, “Me and My Chauffeur Blues”. Los expertos afirman que logró tener como guitarrista un estilo muy singular, en el que usaba configuraciones de afinación no tradicionales en la guitarra, lo que cambiaba el sonido de los acordes y le facilitaba tocar acordes complejos con menos dedos.

No obstante, a partir de mitad de los años 40 el blues empezó a perder popularidad –sus últimas grabaciones para el sello Regal datan de 1949- y en los 50 la eclosión del Rock’n’Roll relegó al blues a un lugar casi marginal dentro de la industria de la música. En esas circunstancias, Minnie y Little Joe Son regresaron a Memphis en 1958. Dejaron de grabar y rara vez actuaron más en directo, en especial tras el infarto cerebral que sufrió Minnie en 1959 y del que sobrevivió, pero que la apartó ya para siempre de la música activamente y la condenó a vivir hasta su muerte en hospitales y asilos.

Cuando escuchen ustedes a los Rolling Stones tocando “Little Red Rooster”… piensen en ella, se lo merece.

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