Mujeres gitanas abogan por romper 'techo de cristal' que impide su igualdad

Las cerca de 200 mujeres gitanas que participan en el Primer Congreso Mundial de este colectivo apuestan por 'romper el techo de cristal' que todavía les impide su igualdad efectiva en la actualidad, de modo que se puedan combatir social y políticamente el racismo, la discriminación y el maltrato.

Así lo ha explicado Alexandrina Moura da Fonseca, coordinadora del encuentro que se celebra en Granada hasta mañana, y responsable del Área de Mujer del Instituto de Cultura Gitana, quien ha lamentado que muchas féminas de su etnia continúen siendo 'invisibles' para la sociedad, aunque se haya 'ganado mucho terreno'.

'Contamos con los mismos retos a los se enfrentaban la mayor parte de las mujeres hace 30 ó 40 años: poder tener derecho a un trato de igualdad, empezando desde la familia o la pareja', ha asegurado.

Diego Fernández, director de la Fundación Instituto de Cultura Gitana, dependiente del Ministerio de Cultura, ha señalado por su parte que el Congreso, con el lema 'Todas juntas, sin miedo a la libertad', trata de 'unir fuerzas' entre las mujeres gitanas en su defensa del feminismo y contra los integrismos.

'Se buscan puntos de encuentro y conseguir nuevos retos', ha dicho Fernández, quien ha advertido de que este colectivo se enfrenta a una 'doble discriminación', por el hecho de ser mujeres y por ser gitanas, lo que les plantea dificultades sociales externa e internamente.

Para Ana Dalila Gómez, presidenta del Proceso Organizativo del Pueblo Rom de Colombia, a esta doble discriminación se suman las circunstancias económicas de pobreza o su físico.

'No hay una doble discriminación, sino una múltiple, no sólo por ser mujer o gitana, sino también por ser pobre, fea o gorda', ha señalado Gómez, que ha denunciado asimismo que en su país se registran muchos casos de racismo, por ejemplo por parte de vigilantes que en centros comerciales las persiguen por el simple hecho de ser de esa etnia.

El Congreso, que reúne a mujeres de los cinco continentes, pretende marcar 'un antes y un después' en la historia del feminismo gitano, de modo que estas mujeres sean capaces de decidir sobre su propio futuro, hacer frente a la falta de libertad de expresión en muchos ámbitos y al 'fundamentalismo' gitano.

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