Mutilan piezas modernas de la Catedral de Salamanca

Un astronauta amputado, un toro sin cuernos, un racimo sin uvas y un lince fumando sin cigarro son algunas de las esculturas más curiosas que ofrece al visitante la Catedral Nueva de Salamanca, y también algunas de las más atacadas por los vándalos, que han vuelto a sacar su 'cincel' a relucir. Son piezas esculpidas a finales del siglo XX como firma de los canteros que hicieron las recientes restauraciones de este templo de estilo gótico, que data del siglo XVI y tiene en estas pequeñas esculturas colocadas en la Puerta de Ramos sus principales reclamos turísticos.
Hoy en día, tan común es encontrar a turistas en busca de la rana esculpida en la fachada plateresca de la Universidad de Salamanca, como hallarlos ante la Catedral Nueva en busca de una explicación a estas extrañas apariciones: elementos modernos perfectamente integrados en un monumento secular. Al parecer, no ha sido por obra y gracia del Espíritu Santo, sino por obra y desgracia de los vándalos.

Hace unos días el ya famoso astronauta de la Catedral de Salamanca amaneció con el brazo izquierdo amputado. La Policía investiga quién es el responsable de esta 'operación' y cuándo se ha producido exactamente. El escultor salmantino Miguel Romero, autor de esta singular firma de cantero, vaticina que habrá que 'realizar un injerto' en términos escultóricos.

En 1992 se decidió restaurar la Catedral para, al año siguiente, acoger con esplendor la exposición religiosa Las Edades del Hombre. Al concluir las obras en la Puerta de Ramos apareció una novedad en la arcada que generó polémica, ya que los dos escultores salmantinos que la rehabilitaron, Juan Iglesias y Miguel Romero, quisieron dejar su firma en el edificio como hacían los canteros del siglo XVI.

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