El padre de los grandes edificios públicos de Brasilia deja una inmensa obra en todo el mundo

Niemeyer, el arquitecto de las curvas, fallece a los 104 años

Óscar Niemeyer, en una imagen de diciembre de 2007. (Foto: ARCHIVO)
Óscar Niemeyer, un revolucionario de la arquitectura mundial, falleció ayeren Río de Janeiro, diez días antes de cumplir 105 años, dejando un inmenso legado artístico repartido por todo el mundo. El artista falleció a causa de una infección respiratoria, según informó el Hospital Samaritano, donde estaba ingresado desde el pasado 2 de noviembre a causa de problemas gástricos que se agravaron en los últimos días con otras complicaciones propias de su avanzada edad.
Nacido el 15 de diciembre de 1907 en Río de Janeiro, Niemeyer había perdido este año a su única hija, Ana María, fallecida a los 82 años en el mismo hospital. El arquitecto, padre de los principales edificios públicos del país y de Brasilia, la ciudad que ayudó a crear en medio de la nada a mediados del siglo pasado junto con el urbanista Lucio Costa para ser la nueva capital del país, se mantuvo lúcido casi hasta el final.


'UN GENIO DE BRASIL'

El fallecimiento de Niemeyer fue lamentado de inmediato por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien afirmó que 'Brasil perdió hoy uno de sus genios' en una nota enviada desde el Palacio de Planalto, sede de la presidencia y una de las obras diseñadas por Niemeyer. En ese palacio era velado ya desde ayer el cuerpo del arquitecto.

El calificativo de revolucionario le cabe a Niemeyer no sólo por los innovadores diseños de sus obras, en los que daba vida al concreto armado con trazos sinuosos inspirados en las curvas femeninas, sino también por su militancia comunista, que le llevó al exilio político en los años 70, durante la dictadura militar brasileña.

Además de los principales edificios públicos de Brasilia, como los palacios presidenciales de Planalto y da Alvorada, la sede del Senado y la Cámara de Diputados, Niemeyer dejó su inigualable trazo de curvas en obras como la sede del Partido Comunista Francés (París) y la mezquita, el centro cívico y la universidad de Argel, la Casa de la Cultura (Le Havre, Francia) y la Universidad de Constantina (Argelia). También diseñó el edificio de la editorial Mondadori (Milán), el Parlamento Latinoamericano (Sao Paulo), l el Centro Cultural Internacional en Avilés (España), y hasta el sambódromo de Río, el templo del carnaval carioca.

'Autodeclarado pesimista, era un símbolo de la esperanza', agregó Rousseff sobre el artista, que fue discípulo privilegiado del suizo Le Corbusier y estaba considerado el padre del modernismo en la arquitectura.

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