Benedicto XVI denunció hoy que tras la fase más aguda de la crisis económica algunos sectores financieros no dudan en recurrir a 'una especulación sin límite'.
En el discurso sobre 'Justicia y Globalización' que dirigió a los participantes en un congreso promovido por el Consejo Pontificio Justicia y Paz en el 50 aniversario de la encíclica 'Mater et magistra', el pontífice dijo que los desequilibrios globales que caracterizan esta época propician una mayor desigualdad y diferencia de la riqueza.
Esas desigualdades -añadió- crean problemas de justicia y de una ecuánime distribución de los recursos y de las oportunidades, especialmente hacia los más pobres.
'Pero no son menos preocupantes los fenómenos ligados a una economía que tras la fase más agua de crisis ha vuelto a practicar con frenesí contratos que permiten muchas veces una especulación sin límites', añadió el papa.
Benedicto XVI agregó que 'fenómenos de especulación dañinos' en el sector de la alimentación, agua y tierra están acabando 'por empobrecer aún más a todos aquellos que ya viven en condiciones de grave precariedad'.
El papa Ratzinger añadió que el aumento de los precios de los recursos energéticos primarios, 'con la consecuente búsqueda de energías alternativas guiada muchas veces sólo por intereses exclusivamente económicos a corto plazo', acaban por tener consecuencias negativas para el medio ambiente y el hombre.
Esta es la segunda vez en tres días que el papa Ratzinger habla de la globalización, después de que el pasado sábado en un encuentro con los miembros del consejo superior de las Obras Misionales Pontificias denunciara los lamentables efectos de una globalización 'caracterizada muchas veces por el beneficio'.
'Nuevos problemas y nuevas esclavitudes están emergiendo en nuestro tiempo, tanto en el primer mundo, rico, pero con un futuro incierto, como en los países emergentes, donde a causa de una globalización caracterizada muchas veces por el beneficio aumentan las masas de pobres, emigrantes y oprimidos que miran al futuro sin esperanza', afirmó en ese encuentro.
Esas desigualdades -añadió- crean problemas de justicia y de una ecuánime distribución de los recursos y de las oportunidades, especialmente hacia los más pobres.
'Pero no son menos preocupantes los fenómenos ligados a una economía que tras la fase más agua de crisis ha vuelto a practicar con frenesí contratos que permiten muchas veces una especulación sin límites', añadió el papa.
Benedicto XVI agregó que 'fenómenos de especulación dañinos' en el sector de la alimentación, agua y tierra están acabando 'por empobrecer aún más a todos aquellos que ya viven en condiciones de grave precariedad'.
El papa Ratzinger añadió que el aumento de los precios de los recursos energéticos primarios, 'con la consecuente búsqueda de energías alternativas guiada muchas veces sólo por intereses exclusivamente económicos a corto plazo', acaban por tener consecuencias negativas para el medio ambiente y el hombre.
Esta es la segunda vez en tres días que el papa Ratzinger habla de la globalización, después de que el pasado sábado en un encuentro con los miembros del consejo superior de las Obras Misionales Pontificias denunciara los lamentables efectos de una globalización 'caracterizada muchas veces por el beneficio'.
'Nuevos problemas y nuevas esclavitudes están emergiendo en nuestro tiempo, tanto en el primer mundo, rico, pero con un futuro incierto, como en los países emergentes, donde a causa de una globalización caracterizada muchas veces por el beneficio aumentan las masas de pobres, emigrantes y oprimidos que miran al futuro sin esperanza', afirmó en ese encuentro.
