Pidió a los jóvenes durante la eucaristía que se esfuercen por conseguir un mundo más justo y solidario

El papa Francisco se da un baño de masas en la Aparecida

La llegada del papa Francisco al Santuario Nacional de Aparecida, el principal destino de los peregrinos católicos brasileños y mayor templo del país, emocionó profundamente en la madrugada de ayer a miles de personas que lo esperaban desde temprano tanto en la basílica como en las afueras del templo. Cientos de personas visiblemente emocionadas cantando y coreando el nombre de Francisco acompañaron el corto recorrido que el pontífice hizo en el papamóvil entre el helipuerto y la basílica.
De igual manera que el lunes, a su llegada a Río de Janeiro, Francisco utilizó en Aparecida un papamóvil sin blindaje, cubierto solo en la parte superior. No obstante, en el santuario brasileño una valla metálica separaba a los fieles, que solo podían ver y saludar desde unos tres metros de distancia. La barrera no impidió que Francisco le ordenase a su conductor que detuviera el vehículo en dos ocasiones para poder besar en la cabeza y bendecir a niños.

Cerca de 200.000 personas se congregaron ayer en Aparecida, una ciudad de 35.000 habitantes. Solo 15.000 personas, algunos de los cuales formaron largas filas desde la tarde del lunes, tuvieron el privilegio de asistir a la misa en el interior de la basílica, que tiene capacidad para 30.000 personas. El resto, protegido por paraguas y capas de lluvia, tuvo que verla a través de las enormes pantallas de televisión instaladas en los estacionamientos.


LA TERCERA VISITA DE UN PAPA

La de ayer fue la tercera visita de un papa a Aparecida, el mayor destino de los peregrinos en el país con mayor número de católicos en el mundo y que es visitada anualmente por cerca de once millones de personas. Juan Pablo II visitó el santuario en 1980 y Benedicto XVI en 2007, cuando coincidió en la ciudad con el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, en la época arzobispo de Buenos Aires, en la Quinta Conferencia Episcopal Latinoamericana.

Tras orar en privado frente a la imagen de la Patrona de Brasil, celebrar la misa en la basílica y bendecir a la multitud, Francisco realizó un pequeño recorrido en su vehículo hasta el Seminario Bom Jesús, en donde almorzó y se reunió en privado con varios religiosos. Durante la misa que ofició en el santuario mariano de Nuestra Señora de Aparecida el papa Francisco puso ayer al pueblo latinoamericano bajo la protección de la Virgen de Aparecida, la patrona de Brasil y exhortó a los fieles a no perder la esperanza y afirmó que 'aunque el diablo existe, el mal no es más fuerte que Dios'.

El Obispo de Roma también pidió a los padres y educadores que transmitan a los jóvenes los valores que les hagan artífices de un mundo más justo, solidario y fraterno. Francisco señaló que hoy día los jóvenes sienten la sugestión de tantos ídolos 'que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza, como son el dinero, el éxito, el poder, el placer' y que ello se debe a la sensación de soledad y vacío que sufren 'y que les lleva a la búsqueda de compensaciones de estos ídolos pasajeros'.

Asimismo el papa Francisco anunció ayer en Aparecida que volverá a este santuario mariano en 2017, año en el que se cumple el 300 aniversario de la aparición de la patrona de Brasil, Nuestra Señora de Aparecida, hallada en 1717.

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