El papa pidió ayer después del rezo del Ángelus que los enfermos de sida tengan acceso 'sin exclusión alguna' a los cuidados necesarios para esta enfermedad, invitando a los presentes a rezar por los afectados, en particular los niños.
El santo padre recordó ante los miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro a los enfermos de VIH, coincidiendo con la jornada mundial contra esta enfermedad, al tiempo que deseó que se brinden medicamentos a todas las personas. 'Hoy (por ayer) se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el VIH/sida. Expresemos nuestra cercanía a las personas que lo sufren, especialmente a los niños, una cercanía que es muy concreta por el compromiso silencioso de muchos misioneros y operadores' sanitarios, dijo Francisco.
'Recemos por todos ellos, también por los médicos y los investigadores. Que todo enfermo, sin excepción, pueda acceder a los cuidados que necesita', agregó.
El pontífice argentino reconoció además la labor de los misioneros y operadores sanitarios que trabajan para paliar los efectos de esta enfermedad y la de los médicos e investigadores que buscan curas y soluciones contra ella.
Durante el rezo del Primer Domingo de Adviento, Francisco señaló que este tiempo 'devuelve el horizonte de la esperanza', además de ofrecer 'un sentimiento profundo del sentido de la Historia'. 'Redescubrimos la belleza de estar todos en camino: la Iglesia, con su vocación y misión, y la humanidad entera, los pueblos, las civilizaciones, las culturas, todos en camino a través de los senderos del tiempo', apuntó.
'Recemos por todos ellos, también por los médicos y los investigadores. Que todo enfermo, sin excepción, pueda acceder a los cuidados que necesita', agregó.
El pontífice argentino reconoció además la labor de los misioneros y operadores sanitarios que trabajan para paliar los efectos de esta enfermedad y la de los médicos e investigadores que buscan curas y soluciones contra ella.
Durante el rezo del Primer Domingo de Adviento, Francisco señaló que este tiempo 'devuelve el horizonte de la esperanza', además de ofrecer 'un sentimiento profundo del sentido de la Historia'. 'Redescubrimos la belleza de estar todos en camino: la Iglesia, con su vocación y misión, y la humanidad entera, los pueblos, las civilizaciones, las culturas, todos en camino a través de los senderos del tiempo', apuntó.
