El gallego Pedro Alonso visitó este martes el Banco de Alimentos de Vigo, donde fue presentado como padrino de la Campaña de Recogida 2021. El actor suma así una iniciativa más a su agenda, en un momento en el que no se toma ni un minuto de descanso. El próximo mes estrenará la última temporada de “La Casa de Papel”, la serie de Netflix que lo catapultó al éxito y además, continúa la promoción de su novela “El Libro de Filipo”.
¿Cómo ha vivido el éxito a nivel internacional de 'La Casa de Papel'?
Con asombro. Yo he sido un actor de clase media al que le parece milagroso seguir vivo profesionalmente. Me las he comido de todos los colores, que me pase a estas alturas algo de esta magnitud es difícil de dimensionar. Es verdad que llevo ya cinco años con este peliculón alrededor y me ha dado tiempo para ponerlo en perspectiva, pero procuro llevarlo con distancia y concentrarme en el trabajo. Es verdad que estoy viviendo un momento muy especial de la vida, algo que valoro mucho. Sé lo difícil que es tener trabajo y acceder al talento y estoy muy agradecido. Procuro contrapesarlo con cosas que me hagan estar conectado con la tierra y no perder la perspectiva, como por ejemplo esta iniciativa con el Banco de Alimentos, todo lo que hago de escritura o un par de proyectos documentales que tengo ahora en marcha. La parte actoral la tengo cubierta con momentos de mucha potencia y ya venía haciendo un trabajo personal de creación propia. Estoy intentando balancear ambas líneas de fuerza y mantenerme atareado.
¿Cómo fue dar vida a Berlín? ¿Supuso explorar un registro diferente?
Quizás desde aquí en Galicia se puede apreciar más la locura de los saltos que he vivido. Venía de interpretar al Padre Casares y la gente me decía que con esa cara no podía hacer de malo. Aún no sé muy bien cómo gestionar el vuelco que ha dado mi trayectoria. Yo que amo cada vez más mi trabajo y mi profesión, agradezco mucho que después de haberme equivocado tanto y haberlo hecho tan mal esté empezando a tener la sensación de que algo voy aprendiendo. Lo llevo con toda la humildad del mundo. No niego que me relaciono de una forma más transparente con mi ambición, pero no a cualquier precio, me importa mucho sentir que voy por un sitio que me sienta bien, personal y espiritualmente. Es verdad que en términos actorales, Berlín ha sido un vehículo narrativo extraordinario, es como subirse a un parque temático y volverse loco. Es un personaje que al margen de lo que me ha dado en términos de repercusión, ha sido muy agradecido desde el punto de vista de la interpretación.
¿En lo que queda por ver de la serie aún quedan sorpresas pendientes para Berlín?
Decididamente sí. No puedo decir más por el momento, pero hay bombas de racimo en términos de contenido que todavía están por llegar.
¿La visibilidad que le ha dado este papel le animó a apoyar el Banco de Alimentos?
Si yo puedo hacer algo aquí hoy es darle un poco de eco y poner el foco sobre algo que la gente de la calle reconoce como valioso. El año pasado aumentó un 25% la demanda de gente que necesitaba bienes de primera necesidad. Sabemos que la situación sigue siendo muy delicada así que no va a dejar de hacer falta esto. Lo importante es que entre el 19 y el 25 de noviembre, la gente se anime a donar. Cualquier mínima aportación es grande si se suma a todas las demás.
¿Cómo surgió esta colaboración?
Llevamos un par de años hablando, iba a ser embajador el año pasado, pero por la pandemia no pudo ser. Aún así mandé algún vídeo y me empecé a informar de forma un poco más específica de los datos que mueven y este año hemos encontrado el hueco, he venido corriendo y aprovecho para ver a mi familia y para aportar un grano de arena para darle visibilidad a una cadena que nos importa a todos, y más en un momento tan particular como este.
¿Qué planes tiene a partir de ahora?
El final de la serie se estrena en un mes y ahora estoy hasta arriba con la promoción y entrevistas. Vengo también de hacer promoción de lo último que escribí, “El libro de Filipo” en Turquía y ha sido una locura. También he empezado a rodar un documental de producción propia. Además para el año que viene tengo ya un proyecto gordo como actor. Me importa tener distintas líneas de creación paralelas, creo que ha sido una forma de compensar la locura que ha sido 'La Casa de Papel'.
