TRIBUNA

Programa Galileo, la navegación por satélite europea en su bolsillo

Entre los magníficos ejemplos de grandes proyectos de la Unión que los Estados Miembros no hubieran podido llevar a cabo individualmente, se encuentra el programa de navegación por satélite Galileo.

La Unión Europea es una construcción bien pensada y firme, capaz de grandes empresas que tienen un impacto positivo enorme en el bienestar de los ciudadanos.

Entre los magníficos ejemplos de grandes proyectos de la Unión que los Estados Miembros no hubieran podido llevar a cabo individualmente, se encuentra el programa de navegación por satélite Galileo.

Tras años de esfuerzo, al que han contribuido de forma notable empresas españolas, Galileo es ya una realidad. Con 18 satélites en órbita hoy, y 22 a finales de este año, Galileo se acerca a los 24 necesarios (más algunos de repuesto para casos de avería o mantenimiento) para que pueda funcionar con capacidad plena.

Aunque Galileo empieza a sonar como sistema de navegación, quizá es menos conocido entre el público que el mal llamado GPS europeo posee características que lo hacen superior a sus rivales americano (GPS), ruso (GLONASS) y chino (Beidou). Por ejemplo, los satélites Galileo emiten dos señales de posicionamiento y llevan asociada otra -una especie de firma que autentifica las primeras-, GPS emite una sola señal que no va autentificada.  La doble señal de Galileo garantiza mayor precisión y es menos vulnerable a interferencias, sean intencionadas o no. La autentificación reduce el riesgo de que las señales puedan ser suplantadas de forma malintencionada por otro emisor.

A día de hoy los satélites Galileo están dando ya un nivel de precisión significativamente superior  que el de sus competidores. Por ejemplo, se ha observado que la precisión media de la distancia de una señal de Galileo es de 0,61 a 0,69 metros, mientras que la de GPS  es de 2,5 a 4,3 metros. Una mayor precisión en la medición de la distancia es clave, obviamente, para una mayor precisión de posicionamiento. 

Los satélites Galileo no sólo emiten; también han sido diseñados para poder retransmitir las señales procedentes de radiobalizas de emergencia de barcos, aviones o personas en peligro, pudiendo retransmitir de vuelta el aviso de los servicios de búsqueda y salvamento de que el socorro está en camino. Esta característica, única entre los sistemas de navegación existentes, hace de Galileo una pieza clave en Sistema Internacional  de Búsqueda y Salvamento por Satélite (Cospas-Sarsat).

No menos importante que su superioridad técnica es el diseño de sus servicios, que agrupan diferentes categorías de prestaciones, y el que cuente con una sólida infraestructura de apoyo al usuario, cuya componente principal es el Centro de Servicios Galileo ubicado en Torrejón de Ardoz.

Además del servicio de búsqueda y salvamento, Galileo comporta otros tres: el servicio abierto, accesible a cualquier usuario; el servicio comercial encriptado cuyo acceso requerirá autorización previa y el servicio público regulado (también encriptado), reservado exclusivamente al uso institucional. De los cuatro, el servicio abierto, el de búsqueda y salvamento y el público regulado son ya operativos en fase inicial; el comercial lo será en un plazo relativamente breve.

Los analistas coinciden en que en el futuro veremos una explosión de aplicaciones que incorporan las señales de posicionamiento y de tiempo de uno o varios sistemas globales de navegación por satélite. Empezando por nuestros móviles o nuestros navegadores, la agricultura de precisión, los vehículos aéreos no tripulados, el guiado autónomo de todo tipo de vehículos, el seguimiento de flotas de transporte, los servicios individualizados basados en la localización, la geodesia de precisión, la sincronización de servicios bancarios o de redes de distribución eléctrica, son algunos ejemplos del amplio espectro de usos posibles para estas aplicaciones que empiezan a emerger con fuerza.  

El desarrollo de estas aplicaciones es un terreno abonado para las pequeñas y medianas empresas tecnológicas. Contar en España con el Centro de Servicios Galileo es una facilidad añadida para las nuestras.

Con Galileo, la Unión Europea está aún más cerca del ciudadano y no sólo en sentido figurado. Cualquiera puede llevar Galileo en su bolsillo. Si quiere saber si usted lo lleva, la próxima vez que compre un móvil compruebe las especificaciones técnicas; un número creciente de marcas y modelos lo están incorporando.

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