Cada vez hay más pruebas de que el entorno alimentario, es decir, la disponibilidad, accesibilidad, precio y promoción de alimentos y bebidas, tiene una mayor influencia en la salud bucal a través del consumo de alimentos.
Las enfermedades bucodentales han aumentado drásticamente entre 1990 y 2015. Las afecciones bucodentales abarcan una amplia gama de enfermedades que afectan los tejidos de la boca, siendo las principales prioridades de salud pública la caries dental, la enfermedad periodontal (de las encías) y el cáncer oral.
Una revisión sistemática del Instituto de investigación de salud pública de Ámsterdam, resumió la evidencia disponible sobre las relaciones entre el entorno alimentario y los resultados de salud bucal en niños y adultos.
Los autores incluyeron un total de veintitrés estudios en el contexto de entorno alimentario del consumidor (etiquetado de los alimentos), entorno alimentario de la comunidad (número de tiendas de alimentos en la comunidad), entorno alimentario organizacional (disponibilidad de alimentos y bebidas saludables en las escuelas), entorno de información (anuncios televisivos) y políticas gubernamentales e industriales relacionadas con el entorno alimentario (implementación de un impuesto a las bebidas azucaradas).
Aunque son pocos los estudios de buena calidad, la evidencia señala los efectos negativos de los entornos alimentarios poco saludables en la salud bucal.
La mayor parte de la evidencia disponible provino de estudios que modelaron políticas gubernamentales e industriales dirigidas al entorno alimentario. Dichos estudios demostraron que las políticas que restringen el acceso o aumentan los precios de alimentos y bebidas poco saludables podrían conducir a una mejor salud bucal.
REF: Makenbach y col. Relación entre el entorno alimentario y la revisión sistemática de la salud bucal. Eur J Salud Pública. 2022 1 de agosto; 32 (4): 606-616.
