El "sustazo" de María Castro en su vuelo a Vigo: "Nunca celebré tanto el 'vuelve a casa vuelve"

Imagen de María Castro con sus hijas publicada en su Instagram
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La actriz compartió en su cuenta de Instagram su viaje "movido" para volver a casa tras dos intentos de aterrizaje

La viguesa María Castro ya está de vuelta en Vigo, no sin antes pasar un "sustazo" de muerte. "Nunca celebré tanto el 'vuelve a casa vuelve", escribió en redes sociales al compartir con sus seguidores un vuelo con muchos sobresaltos y dificultades en el aterrizaje.

El viaje ya pintaba movido, como ella misma reconoce. La actriz viajaba sola con sus dos hijas (su marido se encuentra trabajando en Madrid) y tenía que tomar dos vuelos para llegar a Vigo. La escala entre uno y otro era "escasa, para correr con dos a las espaldas y sin silla", reconocía.

En cualquier caso, en el primer vuelo y la escala "todo fue sobre ruedas". El problema llegó con el segundo y último vuelo, el que tenía Vigo como destino.

"A un metro de tocar Vigo y después de muchísimo meneo, los motores del avión vuelven a rugir y con un impulso violento otra vez despegamos hacia algún lugar", relata Castro. Una circunstancia que provocó en ella muchas preguntas que no tenían respuestas, recordó este mediodía, después de reposar lo sucedido. "No suelen dar muchas explicaciones cuando hay caos", comenta.

"Maia me dio la mano y se dedicó a mirar al frente, expectante. Entonces Olivia se despierta y ajena a todo quiere salir de su atadura. Maia se marea. Yo me mareo... A Maia la recuesto y a Olivia le pongo dibujitos del móvil, lo que sea con tal de 'sobrevivir', nunca mejor dicho... Y yo aguanto las lágrimas como puedo", describe la actriz.

Castro reconoce que no podía dejar de pensar en Jose (su marido) y qué ocurriría si les pasaba algo: "Son tan pequeñas... y yo me sentí tan pequeña también...".

Pero la angustia llegó a su fin. Un segundo intento de aterrizaje que Castro "nunca" olvidará. Aplauso y ovación de todos los pasajeros. Y, acto seguido, "abrazo inmenso de las dos siendo solo una durante unos instantes". "Qué miedo! Ojalá fuese una inocentada!", finaliza.

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