Un tronco de hace 120 millones de años o una piedra de cantera

La orilla de una carretera de Sestao (Vizcaya) ve reposar un árbol petrificado de hace 120 millones de años, según cree su descubridor, o quizás solamente una gran piedra de cantera, un dilema que unos laboratorios resolverán en menos de un mes.
Santiago, un aficionado a la paleontología que alberga en su casa una colección de más de siete mil fósiles, descubrió el supuesto tronco hace unos meses, cerca de una cantera abandonada del pueblo.

Unas obras lo dejaron al descubierto y cayó unos veinte metros hasta el borde de la carretera, donde Santiago lo encontró en una de sus correrías en busca de fósiles, según ha explicado a EFE.

El descubridor está convencido 'en un 90 por ciento' de que se trata de un árbol petrificado del Cretácico, de aproximadamente hace 120 millones de años. La forma de tronco, con más de dos metros de largo y cilíndrico, las vetas y grietas que presenta le hacen pensar que efectivamente se trata de un árbol y no de una simple piedra.

Desde que lo descubrió realizó en balde 'más de cien llamadas' para lograr que algún experto certificara la naturaleza del descubrimiento, hasta que el profesor de la Universitat de Barcelona Carles Martín Closas mostró interés por él tras ver un vídeo que Santiago colgó en internet.

Ahora, un laboratorio de Madrid está examinando las muestras que le han enviado para comprobar 'si es una roca solamente o si tiene origen orgánico'. La respuesta podría llegar 'en menos de un mes'.

'En el momento que nos digan que esto es un tronco petrificado, inmediatamente coge un valor científico, museístico y cultural', ha opinado Santiago.

En caso de que se confirme el origen orgánico de los restos, el siguiente paso sería determinar a qué especie vegetal pertenecen, aunque el coleccionista de fósiles ha explicado que el proceso sería más lento: 'eso va a tardar más tiempo', ha zanjado.

'Imagínate que esta especie sea única', ha expresado ilusionado: no se ha encontrado 'nada parecido' en el entorno, donde él lleva veinte años recogiendo fósiles.

Mientras espera que se aclare su naturaleza, el posible tronco sigue en la orilla de la carretera, a la intemperie.

Santiago ya se ha llevado 'casi 60 kilos de piedra' del lugar para evitar el deterioro de los restos por las inclemencias del clima al quedar al descubierto, pero el tronco seguirá por ahora donde ésta, entre otros motivos porque calcula que pesa unos trescientos kilos.

'El procedimiento que se ha llevado no es bueno -ha reconocido-, pero hay tiempo para rescatarlo', ha concluido.

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