Médicos, investigadores y familiares de pacientes con enfermedad de Alzheimer han participado en la elaboración del informe 'Estado del Arte de la Enfermedad de Alzheimer en España', un mapa completo sobre la población afectada, donde se reclama como 'principal reto y oportunidad' una Estrategia Nacional que aborde la enfermedad desde una atención multidisciplinar y que asegure una formación adecuada a sanitarios y cuidadores, primando la detección temprana.
En España 800.000 personas sufren esta forma de demencia. Así, se estima que uno de cada diez mayores de 65 años la padece, afectando a en torno al 25% de la población a los 85 años y casi al 50% a los 95 años; además, su prevalencía ronda al año los 150.000 nuevos caso. En total, entre afectados y cuidadores representarían 5,5 millones de españoles que viven o conviven con la enfermedad, y para los que el informe pide el desarrollo de un Plan Nacional del Alzheimer, donde se impulsen áreas como la atención sociosanitaria, la investigación para una detección temprana, la formación de los profesionales y los cuidadores y la protección jurídica y económica de los pacientes.
Un plan nacional ayudaría a reducir los costes que, como explicó ayer el director de I+D+i de Sanidad, Pharma y T.S. de PWC, quien recopiló y realizó este informe, van a ir en aumento debido al envejecimiento de la población. Actualmente, el coste estimado de un paciente va desde los 419,3 euros a los 1.150,6 euros al mes.
Otra de las demandas de este informe es la detección precoz, como vía para ahorrar costes, pero sobre todo para mejorar la calidad de vida del paciente, y única manera de retrasar la progresión de la enfermedad.
Un plan nacional ayudaría a reducir los costes que, como explicó ayer el director de I+D+i de Sanidad, Pharma y T.S. de PWC, quien recopiló y realizó este informe, van a ir en aumento debido al envejecimiento de la población. Actualmente, el coste estimado de un paciente va desde los 419,3 euros a los 1.150,6 euros al mes.
Otra de las demandas de este informe es la detección precoz, como vía para ahorrar costes, pero sobre todo para mejorar la calidad de vida del paciente, y única manera de retrasar la progresión de la enfermedad.
