Una veintena de artistas rindieron hoy homenaje al cómico y actor Pepe Rubianes, fallecido el pasado marzo de cáncer de pulmón, en una gala celebrada Vilagarcía, en su localidad natal, el día en que hubiese cumplido 62 años.
La gala, que recibió el título de 'Rubianes, también nuestro',fue dirigida por el actor catalán Pep Molina y contó con las actuaciones de actores como Manel Fuentes, Carlos Latre, Rafael Alvárez 'El Brujo', Candido Pazó o Quico Cadaval, y congregó a casi dos mil personas en el pabellón de Fontecarmoa.
Tras la actuación de un grupo de 'pandereteiras' en los prolegómenos del acto, la velada se inició con un mensaje en vídeo del cómico Andreu Buenafuente quien deseó que siga viva la llama del cachondeo, la libertad y la incorrección que simbolizaba este cómico, nacido el 2 de septiembre de 1947 en la parroquia de Vilaxoán, del ayuntamiento de Vilagarcía.
El cómico local Carlos Blanco hizo hincapié en la exitosa trayectoria de Rubianes en Cataluña, a donde partió aún siendo un niño, y resaltó el valor de que el artista, que se definía a sí mismo como galaico-catalán, hubiese sido capaz de conquistar Barcelona en castellano.
Rafael Alvarez El Brujo recordó las experiencias que compartió con el cómico en sus comienzos en la comedia y en el hambre, y se mostró feliz de haber podido conocer al Rubianes secreto, al que definió como un gran poeta que empleaba el humor como un modo de resguardarse.
El humor de Rubianes también estuvo muy presente en las intervenciones de Carlos Latre, que escenificó su llegada al cielo, o de Manel Fuentes, quien reprodujo por segunda vez un monólogo del cómico que solo había representado previamente en un festival benéfico a petición del artista, ya enfermo.
El homenaje superó las tres horas de duración y contó también con cómicos gallegos como Candido Pazó y Quico Cadaval, y catalanes como Carles Flaviá o dos de los tres miembros de Tricicle, y con las actuaciones musicales de Cómplices, Juan Perro o Lucrecia.
El espectáculo se completó con la proyección de partes de espectáculos de Rubianes y con las palabras en vídeo de personajes que no pudieron acudir a la cita, como Pablo Carbonell, José Luis Cuerda, Joan Manuel Serrat o el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.
Asimismo, las actuaciones estuvieron presididas por la proyección de fotos de Rubianes sobre el fondo del escenario, que buena parte de los artistas emplearon en sus despedidas para tildar, cariñosamente, al homenajeado de cabrón.
Tras la actuación de un grupo de 'pandereteiras' en los prolegómenos del acto, la velada se inició con un mensaje en vídeo del cómico Andreu Buenafuente quien deseó que siga viva la llama del cachondeo, la libertad y la incorrección que simbolizaba este cómico, nacido el 2 de septiembre de 1947 en la parroquia de Vilaxoán, del ayuntamiento de Vilagarcía.
El cómico local Carlos Blanco hizo hincapié en la exitosa trayectoria de Rubianes en Cataluña, a donde partió aún siendo un niño, y resaltó el valor de que el artista, que se definía a sí mismo como galaico-catalán, hubiese sido capaz de conquistar Barcelona en castellano.
Rafael Alvarez El Brujo recordó las experiencias que compartió con el cómico en sus comienzos en la comedia y en el hambre, y se mostró feliz de haber podido conocer al Rubianes secreto, al que definió como un gran poeta que empleaba el humor como un modo de resguardarse.
El humor de Rubianes también estuvo muy presente en las intervenciones de Carlos Latre, que escenificó su llegada al cielo, o de Manel Fuentes, quien reprodujo por segunda vez un monólogo del cómico que solo había representado previamente en un festival benéfico a petición del artista, ya enfermo.
El homenaje superó las tres horas de duración y contó también con cómicos gallegos como Candido Pazó y Quico Cadaval, y catalanes como Carles Flaviá o dos de los tres miembros de Tricicle, y con las actuaciones musicales de Cómplices, Juan Perro o Lucrecia.
El espectáculo se completó con la proyección de partes de espectáculos de Rubianes y con las palabras en vídeo de personajes que no pudieron acudir a la cita, como Pablo Carbonell, José Luis Cuerda, Joan Manuel Serrat o el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.
Asimismo, las actuaciones estuvieron presididas por la proyección de fotos de Rubianes sobre el fondo del escenario, que buena parte de los artistas emplearon en sus despedidas para tildar, cariñosamente, al homenajeado de cabrón.
